Thomas Bach sostuvo una reunión con el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional en la que espetó una petición muy puntual: “el mensaje principal es que solo pedimos paciencia y comprensión. Creo que es muy pronto para decidir algo”.

Los estragos de la pandemia se mantienen y con la aparición de nuevas cepas, el futuro es incierto, algo que se ha prestado para que salgan a la luz especulaciones sobre el destino de los Juegos Olímpicos.

La opciones para llevar a cabo la justa veraniega en Japón van desde una vacunación masiva entre los deportistas a una celebración sin público o, la más radical, la cancelación pura y simple de la cita, algo que Bach volvió a desmentir.

“No vamos a perder tiempo o energía en especulaciones… sobre si los Juegos se celebrarán o no. Estamos trabajando en cómo organizar los Juegos. Nuestra tarea es organizar los Juegos Olímpicos, no cancelarlos… y es por eso por lo que no queremos alimentar más este tipo de especulaciones”, reiteró Bach.

El COI publicó un comunicado el 12 de diciembre, el mismo día que las autoridades sanitarias de Estados Unidos aprobaron la vacuna de Pfizer, expresando su “compromiso total” en organizar los Juegos.

Desde que empezó el proceso de vacunación en varios países del mundo, se ha unido al debate la cuestión de la justificación moral de vacunar a los deportistas por delante de otras personas consideradas de riesgo.

“Siempre hemos dejado claro que no estamos a favor de que los atletas salten la lista de personas prioritarias”, enfatizó Bach y agregó que la ya de por sí complicada tarea de organizar unos Juegos se ha hecho aún más difícil por el coronavirus.

Sigue el aprendizaje

“No hay un plan, estamos aprendiendo día a día”, admitió el patrón del olimpismo, añadiendo que entiende que aquellos que viven con restricciones y sin poder acudir a lugares públicos como los restaurantes por la situación sanitaria, no acepten el mantenimiento de los Juegos.

“La responsabilidad del Gobierno (japonés) y del COI es mirar más allá de esta situación”,añadió y puso como ejemplo el Mundial de balonmano que se está actualmente disputando en Egipto, un país de alto riesgo por las infecciones al Covid-19, para justificar la voluntad del COI en mantener los Juegos.

“Somos capaces y estamos en disposición de ofrecer contramedidas importantes”, aseguró. “Si pensáramos que no es responsable o que los Juegos no fuesen seguros, no lo haríamos”.

Bach también anunció la publicación de la primera versión de un “manual” en el que se explican “las medidas que podemos aplicar en julio y agosto en Tokio”.

Este documento es fruto de “un gran trabajo que se revisa día a día” e incluye temas esenciales como la inmigración, eventuales cuarentenas, los transportes, la vida en la Villa Olímpica y las distancias sociales.

Atletas apoyan Juegos sin público

La gimnasta estadounidense Simone Biles defendió que la decisión de celebrarlos o no debería basarse en “lo que es más seguro para el mundo”, aunque se mostró favorable a organizar los Juegos aunque los atletas “tengan que vivir en una burbuja”.

El gimnasta japonés Kohei Uchimura advirtió que los Juegos no deberían celebrarse “si los deportistas y el público no los disfrutan de la misma manera”.

Australia y Canadá, dos países que retiraron en 2020 sus delegaciones antes del aplazamiento de los Juegos a 2021, además de Estados Unidos, defendieron la reprogramación del evento.

La estrella griega del salto de garrocha Katerina Stefanidi, que se postuló el año pasado a favor del aplazamiento, aseguró que preferiría unos Juegos a puerta cerrada a que no se disputaran.

FRASE

“No queremos destrozar los sueños de ningún atleta olímpico”: Thomas Bach, presidente del COI

Van sí o sí

Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, aseguró que sin importar lo que suceda con la edición de Tokio, la justa en la Ciudad Luz se llevará a cabo “pase lo que pase”. Deseo que esos Juegos (Tokio) tengan lugar, porque van a crear una dinámica fuerte, pero París 2024 no está ligado al destino de Tokio”, advirtió.

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