La ruptura del Gobierno mexicano con la DEA, a propósito exclusivo del caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda y la reacción virulenta de esa agencia, está llevando a la estrategia mexicana de seguridad al dilema de buscar una reconciliación o a construir un área nacional de narcotráfico y sus derivaciones.

Lo ideal sería que México asumiera su propio camino con la cimentación, como eje rector, de una agencia mexicana antinarcóticos con relaciones profesionales con agencias de otros países que no tienen su seguridad como un mecanismo de control de otras naciones. España, por ejemplo, tiene mucha experiencia que compartir, lo mismo que Alemania, China y Rusia.

En 1985, el embajador estadounidense John Gavin organizó un operativo de desestabilización contra México, por parte del Gobierno y el Congreso estadounidense, por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, pero su principal enojo, como lo reveló en informaciones filtradas al The New York Times, fue la decisión de la Federal de Seguridad de México, y su director José Antonio Zorrilla Pérez, de romper con la CIA y establecer relaciones con la Stasi, la agencia de seguridad de Alemania comunista. Zorrilla poseía muchos secretos de la CIA en México.

La autonomía de Estado en la geopolítica debe llevar a una estructura de seguridad en materia antinarcóticos que no deje a los mexicanos como madrinas judiciales de los agentes estadounidenses. Además de una DEA mexicana, se necesita una ley de inteligencia nacional, una doctrina de defensa nacional, un sistema nacional de inteligencia y un marco jurídico de acuerdo con los intereses nacionales.

De no andar el camino propio, más temprano que tarde el Gobierno mexicano tendrá que acudir a suplicar la ayuda de la DEA, con disculpas de por medio por haberlos ofendido. Y regresar a la situación previa al caso Cienfuegos.

 

Zona Zero

  • En algunos pasillos de seguridad están a la espera de que la DEA dé un golpazo político de revancha al Gobierno mexicano y ahí está el expediente abierto de Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación en 1985. La agencia estadounidense ha filtrado versiones de que Bartlett tuvo que ver con el caso Camarena y el embajador Davidow dijo, como diplomático, que el hoy director de la CFE podía ingresar a los EU, pero “salir… ¿quién sabe?”, porque podría ser arrestado.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

seguridadydefensa@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh