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FOTO: CAPTURA En el hospital de Ciencias Médicas la gente sigue llegando en busca de un espacio para los enfermos  

Los pacientes con Covid-19 acuden a los hospitales en condiciones de gravedad por lo que sus posibilidades de recuperación son muy bajas.

En un recorrido realizado por En Punto en el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición se encontró el caso de la familia de José Antonio Lazard, quien estuvo recibiendo atención desde casa y después fue recibido en el hospital.

“Lo mejor que le podría haber pasado a mi papá es que lo intubaran, pero ellos no tenían ya terapia intensiva, ya estaba desbordado. Yo lo único que pedía es que él ya no sufriera y sintiera dolor en su cuerpo”, comentó un familiar.

José Antonio estuvo algunos días en un sillón del Instituto; sin embargo, este martes perdió la vida.

Una doctora le avisó a Adriana, hija de José Antonio que su papá se estaba deteriorando muy rápido.

“Ya tiene taquicardia, ya no le da oxígeno a su corazón y es muy probable que en unas horas fallezca”, indicó la doctora.

José Antonio vivía con su familia en Pedregal de Santo Domingo, Coyoacán.

De acuerdo con el testimonio de sus familiares, ellos no salían de su casa pero sus vecinos no tienen precaución.

El pasado miércoles, la familia acudió por el cuerpo al hospital.

“Hay listas de espera para cremar a la gente, por protocolo no hay velorios. No te puedes despedir, es lo más triste a veces”, señaló la hija de Lazard.

En el hospital de Ciencias Médicas la gente sigue llegando en busca de un espacio para los enfermos.

Otro caso es el de Guadalupe quien consiguió un sillón para su esposo David.

“El lunes ya la vimos más mal, hablamos al C5, solicitando una ambulancia. Estuvimos esperando toda la mañana y la ambulancia no llegó. Dijeron que no, que había mucha espera antes de nosotros, que si podíamos trasladarlo por nuestros propios medios que lo hiciéramos”, señaló Guadalupe García, familiar de paciente COVID.

Guadalupe señaló que en el Hospital Ajusco no había espacio y tuvieron que regresar a casa; sin embargo, el estado de salud de David se agravó y lo aceptaron en Nutrición.

Desafortunadamente, David requiere terapia intensiva pero ante la saturación no es posible que reciba el tratamiento.

“Cuando yo lo ingresé lo pusieron en un sofá, ya le dio otra convulsión y me comentan que ya le afectó su cerebro. Están esperando a ver si reacciona o ya no y siento que no nada más es para nosotros, es para muchísima gente que llegamos y nos dicen “no hay camas”, concluyó Guadalupe García.

ica