@guerrerochipres

 

En 2005, el profesor de la Universidad de Cardiff Cliff Arnall determinó que el tercer lunes de enero podía ser considerado el día más triste del año.

Le llamó Blue Monday, fue ayer y, aunque las redes se llenaron de posteos para denunciar que no se trata más que de una estrategia publicitaria hecha por encargo, lo cierto es que a quienes trabajamos en la defensa de la salud mental nos sirve como pretexto para visibilizar algunas afectaciones emocionales.

Esté o no demostrada la eficacia de la fórmula matemática que dice haber usado el creador del “lunes triste” y más allá del debate metodológico, enero tiene hasta en la cultura popular la fama de ser un mes complicado. Por la cuesta, en términos económicos; por el clima que afecta al hemisferio norte; por el regreso a las actividades habituales tras las vacaciones.

Ahora se agrega la emergencia sanitaria por Covid-19 que ha transformado cada aspecto de nuestra vida privada, social y también la definición prioritaria de políticas públicas para contener los contagios.

El confinamiento y la sensación de que la rutina ha quedado suspendida en una especie de limbo aumentan la sensación de continuidad de lo que bien podría llamarse ahora “invierno emocional”. Un estado que no cambió con el fin de 2020, una inercia que puede manifestarse como fatiga pandemia, ansiedad, tristeza o ausencia de motivación.

Desde enero de 2020 hasta los primeros 16 días de este año, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos atendido a tres mil 860 personas por depresión, tristeza, soledad y desesperanza hacia el futuro.

El 33% de las personas que nos buscaron tienen entre 18 y 35 años, y el 25% son menores de 16 años. No son sólo datos, es la radiografía de una necesidad que ha encontrado eco en la posibilidad de encontrar ayuda a través de un Chat de Confianza que está cerca de cumplir su segundo aniversario.

Es también la accesibilidad de la salud mental como un derecho, en lugar de un lujo, a cualquier adolescente o joven que sin encontrarse económica activa o activo logra dialogar con un profesional de la psicología, sin límite de tiempo y con seguimiento por tantos meses como sea necesario. Incluso, desde la pandemia, el servicio se actualizó para ofrecer videoterapias.

Hay 107 psicólogas y psicólogos disponibles 24/7 en la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza, ambos en el 55 5533 5533; el servicio es gratuito y de alcance nacional. Incluso hemos atendido a personas de más de 30 países.

En el caso de los menores de edad, la vinculación de diálogo y escucha está reforzada gracias a la alianza con Facebook, TikTok y Netflix, que difunden nuestra atención en sus cajas de herramientas virtuales.

El invierno emocional puede transformarse si se encuentra cobijo. Un abrigo que, como bien lo apunta la literatura internacional en materia de bienestar emocional, se potencia a través del acompañamiento en comunidad. Es la capacidad de mirar por el bien del otro como se resguarda el propio lo que nos hace más fuertes… y saludables mental y físicamente.