Cuando parece que las desgracias, que los problemas en Cruz Azul ya tocaron fondo, surgen más y más problemas en lo que es una caída libre que no sabemos dónde podrá parar, arrastrando con ello a una gran historia de un equipo que logró ser muy grande, muy reconocido, sin duda un histórico. 

Hoy en día a la gente seguidora de este equipo le cuesta mucho trabajo entender la caída libre de este plantel, ante la poca información que se tiene a ciencia cierta sobre toda la problemática de la Cooperativa Cruz Azul.

Cruz Azul no sólo tiene una crisis en la cancha, actualmente su principal problema está en la empresa que mantiene a este equipo, que lo está afectando de fea manera con desiciones que son difíciles de entender por los que estamos en el futbol por años y que se reflejan en un inicio de torneo pésimo. 

Los señores Velázquez y Marín, que son los que están al frente del equipo, luego de las broncas con los hermanos Álvarez, son gente que tiene en sus manos una problemática mucho más grande que el equipo de futbol: que es el trabajo de miles de empleados y miles de familias de la cooperativa y es entendible, al menos para un servidor, que el deporte profesión pase a segundo término a pesar de ser el punto más visible de esta empresa mexicana. 

Es por ello, quizás, que desde que tomaron el equipo van un paso atrás de las cosas; por ejemplo ratifican a Ordiales, pero no le dan el peso necesario para su puesto, y salen con un comunicado luego de la derrota ante Pumas creando muchos problemas internos con la renuncia del técnico y los jugadores a la deriva, con algunos que ya se hacían fuera del plantel, pero que siguen ahí.

Piden un nuevo técnico y cuando ven precios de nuestro futbol se preocupan, porque no quieren gastar tanto. Contratan a Reynoso cuando el equipo ya entrenaba a la deriva y ya no hay tiempo de darle una movida al grupo para intentar ser diferentes.

Y al final la contratación de presidente, que de entrada no tomó ninguna determinación, es sólo observador y realmente su primer problema es el del “Cabecita” Rodríguez, donde ya sacaron un comunicado, espero con la anuencia del propio Álvaro Dávila, presidente Azul.

Lo primero era nombrar la cabeza, y ya dejar que los que saben de futbol lo hicieran y ellos seguir con su lucha laboral que esta tan complicada. 

Pero vamos a la cancha, Reynoso llega sobre la marcha, tiene culpa de los dos primeros juegos de manera compartida con los jugadores que parecen estar dormidos, que están sin concentración, quizás observando el caos que son en su directiva, algo que deberán sacarse de sus cabezas porque se les paga puntualmente. 

Cambiar de primera era complicado, pero creo que Reynoso deberá iniciar por fortalecer la defensa donde las ausencias hicieron mucho daño y poco a poco ir cambiando. De otra forma será muy difícil y como vemos a los directivos, quizás no llegue a la jornada 6 y ya dejen mandar a Dávila. 

De la irresponsabilidad del “Cabecita”, solo decir que es evidente que no hay una cabeza que se note, que ponga orden, que está distraído, quizás pensando en una transferencia sin darle importancia a su actual equipo. 

¿Hasta dónde irá a parar el equipo cementero?, no lo se, pero qué difícil situación vive y que difícil es para la afición al futbol que no tiene porqué entender a los cooperativistas, que esto es una bola de nieve que crece y crece y se lleva, tradición, historia y grandeza de su equipo.

                                                                                                          @raulsarmiento