Sorprende el hecho de que el caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda se haya juzgado en México con la argumentación de la DEA estadounidense, a pesar de las evidencias a la vista de que el expediente está plagado de sospechas e interpretaciones y no de pruebas periciales.

Cuando menos se pueden señalar cuatro datos que revelan a una opinión pública y una opinión publicada como tribunal mediático que analizó, en otros contextos, el especialista Marco Levario Turcott, director del sitio etcétera.com.mx en su libro El tribunal mediático. La crisis de la prensa militante en México.

1.- La acusación de la DEA buscó, como efecto central, minar la credibilidad del eje de la seguridad nacional de México: El ejército.

2.- La prensa mexicana dio total credibilidad al expediente de acusación de la DEA que hoy se ve que no pasaría un taller de segundo año de derecho en cualquier universidad: teléfonos inexistentes, mensajes con faltas de ortografía, referencias tangenciales.

3.- Construir el argumento de que México no debe hacer enojar a los EE. UU. al presidente Biden y a la DEA y dar por supuestas las conclusiones sin pasar por verificación de datos.

4.- No investigar al cártel del H2 y su verdadera dimensión.

La revisión de medios mexicanos después de la apertura del expediente de la DEA mostro a un tribunal mediático contundente, sin corte de apelaciones. De todos los datos anteriores uno debe causar preocupación: El sometimiento de los medios al poder de los EE. UU. aconsejando al Presidente de la República que por favor no haga enojar al señor Biden, en un ejemplo más de la soberanía autoaplastada por los propios mexicanos, olvidándose del nacionalismo forjado en el conflicto histórico de 1847 cuando los EE. UU. le robaron a México la mitad de su territorio.

 

Zona Zero

  • Para el caso Cienfuegos habrá que revisar el caso Beltrones: El entonces gobernador de Sonora fue acusado en 1997 por el The New York Times de tener vínculos con el narco: Los corresponsales Sam Dillon y Craig Pyes recibieron el Pulitzer por ello, pero luego el NYT reconoció que las acusaciones eran infundadas. El profesor de periodismo Keith Rosenblum publicó su análisis Sin acusado, sin crimen, pero eres culpable, donde analizó palabra por palabra al NYT y concluyó un ejemplo del peor periodismo. Este libro y los dos casos debieran ser de análisis exhaustivo en las escuelas de periodismo de México.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

seguridadydefensa@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh