Ante la reunión del día de hoy de CONAGO con autoridades federales, convocada para planificar las jornadas de vacunación ante el Covid-19, presentamos la siguiente postura.

En GOAN hemos siempre puesto la salud de las familias por encima de cualquier considerando.


La prevención, contención y atención de la pandemia ha sido una absoluta prioridad.

En pleno repunte, enfrentamos el desafío de aplicar de manera eficiente, pronta y segura la vacuna a la población, conforme el calendario que ha determinado la autoridad federal.

Estamos plenamente convencidos de que en este tema no cabe la politización.

Por ello, manifestamos nuestra convicción de que la cooperación nacional es fundamental para atender la urgente necesidad de las personas.

Llamamos a la unidad y a sumar esfuerzos.

Recordamos que cada uno de los estados posee el sustento legal, las instituciones, la infraestructura y el capital humano capacitado, con experiencia actualizada, para atender la demanda social y colaborar con todas las instancias.

Es momento de una política de estado.

Esta debe partir del fundamento legal, institucional y operativo que ya existe: Desde 1986 se creó a nivel nacional el Consejo Nacional de Salud, con el propósito de  coordinar los esfuerzos públicos, privados y sociales para controlar y eliminar enfermedades transmisibles, como es el caso del Covid-19.

A partir de éste, se crea un Sistema Nacional de Vacunación, que existe y opera con éxito.

Por su parte, cada entidad federativa posee, a su vez, un Consejo Estatal de Vacunación que articula, año con año, las campañas en la materia.

Cada uno de estos consejos integra a las máximas autoridades de salud locales y a los representantes federales por lo que existe ya un espacio funcional de plena coordinación.

Aquí confluyen, se articulan y coordinan los esfuerzos de los sistemas de salud estatales, las Fuerzas Armadas, el IMSS y el ISSSTE.

Esa institución eslabona la capacidad de la infraestructura médica estatal: hospitales, clínicas, laboratorios, centros de investigación. Por ser un esfuerzo anual, permanente, existe el capital humano con formación, plenamente capacitado, para aplicar adecuadamente vacunas.

Esta experiencia es insustituible ante un reto inmediato.

Con la salud de la gente no debe experimentarse. La experiencia médica no puede, ni debe, improvisarse.

Tenemos la capacidad -legal, institucional, humana- para sumarnos a un genuino esfuerzo nacional.

PAL