Con el plan bajo el brazo de reactivar la economía de Estados Unidos y acelerar la respuesta del país a la pandemia de coronavirus, el presidente electo Joe Biden, demócrata de 78 años, propuso un paquete de estímulo de 1.9 billones de dólares para hogares y empresas.

Anticipándose a las críticas de que el plan podría incrementar la deuda del país y tensar las finanzas públicas, señaló que el retorno de las inversiones en términos de empleo, de igualdad racial, evitará daños económicos en el largo plazo. “Los beneficios serán mucho mayores que el costo”, advirtió en conferencia de prensa.

Entre los cambios importantes: los cheques de pago de estímulo por Covid-19 se emitirían por mil 400 dólares, por sobre los 600 dólares emitidos bajo la última legislación. El seguro de desempleo complementario también aumentaría a 400 dólares por semana, desde los actuales 300 dólares.

Prometió la creación de millones de empleos en la industria manufacturera de Estados Unidos, un sector mimado por Trump.

“Imagínense un futuro hecho en Estados Unidos, hecho completamente en Estados Unidos, y completamente por estadounidenses”, aseguró en un discurso que se transmitió en vivo por sus redes sociales.

El dinero de los contribuyentes, enfatizó, se utilizará para “reconstruir Estados Unidos”.

LEG