Un equipo de científicos ha logrado detectar destellos regulares en el centro de la galaxia ESO 253-G003, las cuales podrían ser el resultado de una estrella que ha sido devorada poco a poco por un agujero negro.

El evento se encuentra ubicado a 570 millones de años luz de nuestro planeta y se ha denominado como “ASASSN-14ko” y fue detectado por primera vez en el 2014.


En aquel entonces, los expertos creyeron que se trataba de la detonación de una supernova, sin embargo, seis años más tarde la científica de la NASA, Ana Payne, notó que desde entonces se había repetido 17 veces con intervalos precisos de hasta 114 días.

Además, observaron que cada cinco días alcanzaba su brillo máximo y luego disminuía poco a poco.

“Estas son las llamaradas recurrentes de múltiples longitudes de onda más predecibles y frecuentes que hemos visto en el núcleo de una galaxia”, señaló un comunicado de la NASA.

Además, tras observar detenidas veces, Payne y otros expertos presentaron tres posibles explicaciones, todas ellas vinculadas a la interacción de un agujero negro con la materia circundante.

La primera versión asegura que los dos agujeros negros que orbitan a una distancia relativamente pequeña uno de otro interactuan.

Por otro lado, la segunda hipótesis sugiere el paso de una estrella, cuya órbita es inclinada, a través del disco de acreción del agujero negro.

Finalmente, la tercera suposición ve los destellos como efectos de una disrupción de marea parcial y cuando una estrella se acerca al horizonte de sucesos de un agujero negro y queda destrozada por su gravitación, libra cantidades colosales de materia y energía.

PAL