Un proceso de duelo atípico es una de las consecuencias inmediatas que sufrirán aquellos que han perdido a un familiar debido al Covid-19, de acuerdo con la psicóloga clínica Rosy Aguilera.

La especialista encargada del área de Terapia Intensiva de un hospital privado en CDMX, que ahora atiende a personas infectadas con este virus, explicó a 24 HORAS que, al aislar al paciente, los familiares son privados de una despedida y del proceso de anticipación a la muerte que se da en casos normales, lo que podría ralentizar la asimilación de que el ser querido ya no está.

“Aquí entra tu familiar y no lo vuelves a ver, entonces cuando fallece te quedas con muchas cosas, por lo que no podemos etiquetar nada como patológico hasta que pasen seis meses o un año. Sin embargo, en esta situación no hay tiempo, es algo que se está investigando al ser extraordinario”.

Rosy Aguilera, quien también cuenta con un diplomado en tanatología, asegura que en esta situación lo que sí se espera es que el afectado atraviese cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación, que podrían estar acentuadas en el primer año, considerado el más difícil debido al paso de fechas importantes con la ausencia del ser amado.

Para transitar este proceso de la manera más saludable, la experta recomienda tres cosas: La realización de rituales como misas por Zoom, plantar un árbol que lo simbolice o hacer cartas, entre otros. En segundo lugar, contar con una red de apoyo emocional; y por último, tomarse tiempo sin reprimir los sentimiento.

FRASE:

“No poderle hacer un velorio a tu familiar, no poder abrazar a tus familiares que te quieren consolar, pero que al mismo tiempo te tienen miedo porque no saben si estás contagiado, y luchar también con eso es muy doloroso. Duele mucho que te traten como apestado, y es algo que me molesta de esta situación”. Moisés Durán, un joven que perdió a su papá en septiembre a causa de esta enfermedad, en entrevista con 24 HORAS.

FRASE:

“No poderle hacer un velorio a tu familiar, no poder abrazar a tus familiares que te quieren consolar, pero que al mismo tiempo te tienen miedo porque no saben si estás contagiado, y luchar también con eso es muy doloroso. Duele mucho que te traten como apestado, y es algo que me molesta de esta situación”. Moisés Durán, un joven que perdió a su papá en septiembre a causa de esta enfermedad, en entrevista con 24 HORAS.

LEG