A partir de este fin de semana, el partido Morena comenzó a difundir un spot en el que presume donará las prerrogativas que le corresponden del erario para la jornada de vacunación.
“En un país devastado por el tumor de la corrupción, Morena busca evitar el despilfarro. Donaremos la mitad de nuestra prerrogativas asignadas al año 2021 que corresponde a nuestro partido, y esto con un propósito, abonar recursos y apoyo al plan nacional de vacunación”, dice el mensaje.
Lo anterior, aunado a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada que al plan de vacunación se sumarán los servidores de la nación, funcionarios que se encargaban de identificar y dar seguimientos a beneficiarios de programas sociales.
Esa estrategia de vacunación del Gobierno federal difícilmente se podrá disociar del año electoral, sobre todo con la suma de los servidores de la nación que no aportan ningún valor agregado a la estrategia, resaltó José Antonio Salazar Andreu, académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana en entrevista con 24 HORAS.
El especialista resaltó que si bien los servidores de la nación, cuyo chaleco de identificación lleva los colores de Morena, llega a las comunidades más marginadas, no es una característica de la que carece el Ejército.
“El Ejército y el personal de salud son neutros porque no tienen color ni partido político. No entiendo que más lejos puedan llegar los servidores de la nación que el Ejército cuando están atendiendo el plan DNIII que llega prácticamente a todos lados.
“No sabemos las intenciones del Presidente pero es sumamente sospechoso porque el Ejército y el personal de salud podrían por sí mismos hacerlo, sobre todo el Ejército con todos los elementos que tiene. Si no fuera año electoral, todavía pasa porque manos extras ayudan, pero en un año electoral cuando ya han sido tan cuestionados estos funcionarios, realmente ¿qué pueden aportar de más a las Fuerzas Armadas y el personal de salud? No encuentro el valor agregado”.
Recordó que estos servidores de la nación usan el chaleco de identificación con los colores de Morena, y los programas sociales en los que enlistas a los beneficiarios están muy asociados al actuar del gobierno y sobre todo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Los programas sociales están asociados al actuar del gobierno y en particular del Presidente. Es muy difícil que en términos de comunicación política se pueda disociar el programa de vacunación, que a todos nos ocupa y nos preocupa, con una dádiva y una acción del gobierno.
“Lo que nos quedaría es esperar la buena voluntad de cada uno de los servidores de la nación en tratar de no mezclar la gimnasia con la magnesia, si no hay observadores en comunidades remotas va a ser muy complicado”
Aunque la vacunación es un derecho universal, resaltó que en 2021 ésta resulta una “mina de oro” desde una perspectiva electoral, pues con el calendario de vacunación que ha establecido la Secretaría de Salud para el mes de mayo estarán vacunadas todas las personas de 40 años; es decir, alrededor de 29 millones de personas, una tercera parte del padrón electoral.
“En 2018, pudimos votar 90 millones de personas pero sólo votaron dos terceras partes, y el rango de edad con mayor abstencionismo, quitando justo los que justo acaban de cumplir 18 años, de 19 a 29 años son las personas que más dejan de votar, y conforme va creciendo la edad aumenta el porcentaje de participación. De los votos efectivos, representa más de 40 por ciento este grupo de edad que va a recibir la vacuna”.
Además, no descartó que a finales del mes de mayo; es decir, pocos días antes de la elección, con la vacuna se empiece a dar una disminución en las curvas de contagios y defunciones y tanto el Jefe del Ejecutivo como el subsecretario de Prevención, Hugo López-Gatell empiecen a comunicar como un éxito la vacunación.
El analista consideró que los partidos políticos y otros interesados deberían impugnar la participación de los servidores de la nación a la jornada de vacunación.
LEG