Incluso los que somos habitualmente críticos respecto a los, digamos, logros de esta administración, tenemos que reconocer que en una cosa al menos es generosa, fértil: En provocarnos ternura.

Me explico:

Es tierno, pero tierno en plan Baby Yoda, que alguien, a estas alturas, piense todavía que “Es incomprensible la defensa del Presidente a Manuel Bartlett”. Amigas, amigos, es momento de enfrentarlo: Bartlett no es una rareza en este régimen; no es, vaya, una anomalía en la Matrix. El licenciado, por el contrario, es la representación misma del funcionario al estilo 4T. No sé si ustedes pensaron que aquí iban a proliferar los paneles solares y los reguiletes que le roban el aire al pueblo, o que el titular de la CFE iba a ser un joven barbudo que llega a trabajar en bici, con chanclas Birkenstock. La verdad es que no había un solo motivo. Como he dicho, esta es una administración viril de las de vieja escuela: combustóleo, paraestatales, priismo ultramontano y fortunas inexplicables pero bien merecidas por los servicios dados al pueblo bueno. Además, el lic tiene una ventaja: no es que digamos un dechado de carisma, de manera que no le roba cámara al Presidente.

También es de “Aaaaayñ” que alguien vea con perplejidad que Hugo López-Gatell siga en el puesto. Y es que andan suponiendo muchas cosas, amigues. Por ejemplo, que a alguien, en esta administración, tuvo como prioridad que la gente dejara de contagiarse. ¿Sí han notado que ni en el Presidente, ni en su zar antipandemia, ha habido que digamos unas muestras abrumadoras de empatía? De hecho, en las mañaneras más bien han abundado las risitas. No, Hugo viene como anillo al dedo, con esa obediencia a prueba de gotículas suspendidas, pero sobre todo es incorrible, o casi, porque correrlo significaría que el Presidente ha decidido aceptar, por fin, un error en su administración, o sea en él. Créanme: Respecto a la pesadilla en gran medida autoinducida de la pandemia, seguiremos con el control de daños a punta de fake news y promesas de vacunación. 

¿Más ejemplos de ternura? Pensar que Irma Eréndira es asimismo  insostenible, cuando es justo lo que necesita una administración que usa con una discrecionalidad de veras caradura el rollo de la corrupción; que lo de Banxico fue un madruguete al Presidente, que por tanto tendrá que obligar a la marcha atrás; o que López Obrador tendrá que entender que tiene una afinidad natural con Joe Biden y no con Trump (¡mis vidas!).

En fin, gracias por esos momentos. Son un respiro.

 

                                                                                                         @juliopatan09