Luis Miguel Martínez Anzures

 

Finalmente, el año 2020 ha concluido y tras de sí ha dejado muchas enseñanzas y grandes pasajes para reflexionar. Si pusiéramos en una balanza en un lado lo bueno, y en el otro lo malo, es casi seguro que se inclinará hacia lo negativo. El cumulo de problemas que dejó el Covid-19 es aún incontable, todavía están por verse sus efectos de devastación en grandes porciones del planeta. Durante varios años la humanidad seguirá arreglando múltiples desperfectos que dejó tras su paso, como lo son: los efectos devastadores en la economía, el incremento de la pobreza; y por supuesto, las pérdidas humanas.

Sin embargo, no todo es malo, también hay realidades positivas que valen la pena ser señaladas, y que, como es costumbre, hasta después de la tormenta y cuando llega la calma se comienzan a percibir. Por ejemplo, a pesar de que el virus aún deja en el mundo destrozos por doquier, al menos en las conciencias de las personas existen señales de sosiego con la llegada de la vacuna a decenas de países. Este hecho, y otros que de manera disruptiva se han venido presentando, traen consigo una serie de valoraciones que siembran esperanzas en el futuro inmediato.

Al respecto hay algunos tópicos que vale la pena analizar para comprender de mejor manera la realidad que se vive actualmente:

La ciencia. Es maravilloso apreciarla en un lugar protagónico e inexpugnable. El individuo, a pesar de cometer sistemáticamente, error tras error, gracias a la ciencia siempre sale adelante y va un paso más allá de las insensateces que repite como especie.

La elaboración de varias vacunas en tiempo récord es un hito que deja esta pandemia. Sobre todo, a partir de la tecnología aplicada en la molécula ARN mensajero. Gracias a los estudios en esta partícula, que vienen de tiempo atrás, se desarrollaron los medicamentos más eficaces contra el Covid-19.

Este hecho multidimensional, permite entender que sin la aparición del Covid-19, los laboratorios que trabajan esta tecnología no hubieran recibido el financiamiento de miles de millones de dólares necesario para ofrecer resultados sobresalientes. A partir de todo esto, se está revolucionando la biomedicina y con ello, podrían llegar muy pronto nuevas vacunas, por ejemplo, contra el cáncer o el VIH, como ya se ha dado a conocer en algunos medios de comunicación. Todas estas acciones podrían suponer el inicio de una nueva etapa en la historia de la humanidad.

El multilateralismo. Funciona cuando varios Estados cooperan para encontrar soluciones a problemas comunes. En este sentido, muchas veces, las instituciones internacionales sirven de apoyo y establecen las reglas del juego para llegar a buenos acuerdos.

Al inicio de esta emergencia sanitaria, el sistema multicooperativista se vio amenazado al cerrarse las fronteras, detenerse el comercio global y la libre movilidad de las personas. Los países del mundo entero sólo podían mirar hacia sí mismos dejando a las instituciones internacionales en el limbo. Quizá la única excepción fue la Organización Mundial de la Salud, no obstante, también quedó rebasada por los incontrolables contagios y muertes que empezaron a presentarse, así como una falta de estrategia clara y coordinada a nivel global.

Parecía que el unilateralismo se abría camino a pasos agigantados y que el nacionalismo más recalcitrante volvería a la escena internacional. A este fenómeno se sumaba la semilla sembrada por el Brexit, la ruptura de Trump con otras instituciones globales –y con la OMS– impulsado por varios líderes que habían comprado la idea de que aislados del mundo podían crecer y hacer más prosperas a las economías de sus países.

No obstante, la necesidad de supervivencia hizo que los individuos entendieran que solamente con el esfuerzo, coordinación y cooperación de todos los países se pueden alcanzar metas urgentes como, por ejemplo, una vacuna.

La cooperación regional y mundial será la única vía, de hoy en adelante, para hacerle frente a problemas venideros como ya lo son: el cambio climático, la desigualdad social y la pobreza; hasta mejoras en nuestra salud, como se convertirán los planes globales para prevenir enfermedades.

La vida. El simple hecho de quienes pudieron vencer el virus ya es una gran noticia, pues en el contexto de profundas desigualdades en el que cohabitan millones de personas en el planeta, el hecho de estar aún con vida es un regalo único e incuantificable. La vida está haciendo que las personas reflexionen sobre la funcionalidad del ser humano en lo colectivo y en lo individual. ¿Cuáles son los valores que conforman al individuo y cuáles sus prioridades? No se puede seguir confundiendo la diferencia entre valor y precio. Entre necesario y prescindible.

El año 2020 hizo ver a todas las sociedades la gran vulnerabilidad a la que se enfrenta el mundo, independientemente de cada nacionalidad o el peso geopolítico de cada nación. Pero al mismo tiempo, la raza humana ha conocido mejor sus fortalezas. Ahora cada rincón de este planeta sabe que el mundo debe trabajar geopolíticamente interconectado si quieren obtener mejores resultados.

Participación Ciudadana. Esta pandemia traerá consigo la posibilidad de renovar una sociedad global más organizada y solidaria, porque se continúa aprendiendo de los resultados que provoca actuar desde el individualismo, pero también desde el trabajo colectivo. Se está entendiendo con eficiencia que las personas serán capaces de interferir, cada vez más, en las cuestionadas decisiones que toman en la actualidad presidentes, legisladores, jueces o empresarios, y que el sistema de partidos-candidatos no está ofreciendo los resultados que demanda la realidad. Por todo ello, se avecinan sacudidas fuertes en los sistemas de dirección política y económica en el mundo entero.

El 2021 será un parteaguas interesante y una prueba de fuego para todos los habitantes del planeta. Esperamos que la mayor parte de los individuos logren responder la pregunta que a finales de este año que ya ha concluido, muchos se han hecho: a partir de este problemón que ha logrado transitarse en su etapa final, ¿qué se ha aprendido?

                                                                                                                  @Drlmma56