En Francia alrededor de 2 mil personas asistieron a una fiesta ilegal de año nuevo.

Este hecho provocó que policías y asistentes a la fiesta se enfrentaran al intentar detenerla pero todos los esfuerzos fueron en vano ya que los hostiles participantes prendieron fuego a uno de los autos, otros tres resultaron dañados y arrojaron piedras y botellas por las cuales algunos elementos resultaron dañados.

La celebración se llevó a cabo en Lieuron, al sur de Rennes y pese a que se instalara un cordón sanitario en el lugar, las personas aún seguían celebrando sin importarles las restricciones por Covid-19.

Según informes, participantes de toda Francia habían recibido la invitación por lo que decidieron asistir, sin embrago, fuentes informaron que también había personas del extranjero que se encontraban ahí en el momento de los hechos.

La noticia provocó pánico entre las personas debido al temor por la propagación del coronavirus ya que este tipo de reuniones están estrictamente prohibidas e inclusive se impuso un toque de queda que entra en vigor desde las 22:00 horas a las 6:00 de la mañana, desafortunadamente en año nuevo no fue impuesto confiando en la voluntad de las personas.

Se dijo que esta fiesta fue llevada a cabo en un lugar vacío perteneciente a una empresa de transporte y almacenamiento.

Los cargos que se ha impuesto (aunados a la organización ilegal del encuentro) a quien o quienes resulten responsables por tales acontecimientos, van desde degradación de propiedad privada, tenencia ilegal de un establecimiento de alcohol, infracciones sobre el uso de estupefacientes y por la facilitación de los mismos.

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