"Como los propios gobiernos lo han reconocido, nuestros establecimientos no son fuentes de contagio, sí lo son las fiestas privadas y el comercio informal”
Foto: Cuartoscuro / Archivo "Como los propios gobiernos lo han reconocido, nuestros establecimientos no son fuentes de contagio, sí lo son las fiestas privadas y el comercio informal”  

Ante la imposibilidad de prohibir y controlar la venta de comida en la vía pública, que en estos días de  confinamiento opera con normalidad, sin atender medidas sanitarias y que representa un foco de  contagio importante, la industria restaurantera solicitó al Gobierno de la Ciudad de México ser  considerada una actividad esencial.

La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), los Directores de Cadenas de Restaurantes (DICARES) y la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR), acompañó esta solicitud con fotografías y ubicación de los lugares donde existe la venta de comida rápida sin ningún control, lo que, además de ser competencia desleal, dificulta la reducción en los contagios por Covid-19  y se corre el riesgo de que el cierre pueda extenderse más allá del 10 de enero.

En la carta enviada a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se menciona
la importancia que tiene la industria por el número de empleos generados, así como por la cadena de
producción calculada en 100 mil millones de pesos anuales.

“Los restaurantes son aliados de las autoridades pues presentan una oferta responsable, tanto para la
gente que tiene que salir a trabajar como aquella que quiere cuidarse y no asistir a reuniones masivas”.

“Como los propios gobiernos lo han reconocido, nuestros establecimientos no son fuentes de contagio, sí
lo son las fiestas privadas y el comercio informal”, expresó la industria en la misiva.

En la petición realizada a la Jefa de Gobierno se recordó la inversión que realizó el sector restaurantero
para cumplir con las medidas sanitarias para que clientes y colaboradores estuvieran seguros en los
establecimientos, pero subrayaron que ya no pueden subsistir más porque se utilizaron ahorros para
hacer frente a los gastos.

“Las negociaciones particulares que se hicieron con proveedores o arrendatarios  ya llegaron a su fin, y hay presión por ponerse al corriente y hay lugares en que ni siquiera se llega al aforo  permitido”, expusieron a Sheinbaum.

Los restauranteros piden a las autoridades respuesta a las siguientes peticiones:

1. Llevar a cabo una declaratoria sanitaria conforme a la ley para tener un marco jurídico que  permita llegar a acuerdos con arrendadores, proveedores y empleados.

2. Dar apoyos fiscales como prórroga de pagos de impuestos, servicios, derechos, licencias de  funcionamiento y subsidios al empleo.

3. Que el gobierno garantice el cumplimiento del semáforo rojo para que las actividades productivas  puedan reactivarse el 11 de enero.

4. Que esta industria sea considerada como una actividad esencial, permitiendo operar bajo las  estrictas normas y protocolos, como hasta ahora se ha hecho.

AR