En circunstancias de normalidad, mañana tendría lugar el banderazo de la tradicional maratón Guadalupe-Reyes, está arraigada tradición incrustada en la cultura mexicana para justificar los excesos propios de las fiestas navideñas. Sin embargo, este año las cosas deberían de cambiar por la emergencia que ha provocado la imparable propagación del coronavirus SARS-CoV-2.

 

Nacido en la década de los noventa tras la decisión del Gobierno del entonces Distrito Federal de poner en marcha un operativo para reforzar las medidas de seguridad, pronto este concepto adoptó un tono popular y festivo.

 

El Lupe-Reyes, como tradicionalmente se le conoce, tiene varias etapas. El 12 de diciembre, con el día de la Virgen de Guadalupe; las posadas entre el 16 y 24 de diciembre; la Nochebuena, el 24, y la Navidad, el 25 de diciembre; los Santos Inocentes, el 28; el 31 con la llegada del nuevo año y el inevitable recalentado del día siguiente; finalmente, el festejo de Reyes Magos, el 6 de enero.

 

26 largos días de romerías en las que familias, amigos y compañeros de trabajo se reúnen para recordar triunfos y fracasos del año que concluye. Para brindar por que las cosas mejoren en el nuevo ciclo que se avecina.

 

En 2020, la crisis en la que México se encuentra por la pandemia del Covid-19 tendría que permear en la sociedad para evitar que estos festejos se lleven a cabo. No hay mejor escenario para el contagio que la consecución de las reuniones navideñas y el tiempo que las separa.

 

Las alertas son muchas. Desde el presidente López Obrador -siempre reacio al uso del cubrebocas-, los gobernadores, la jefa de Gobierno de la CDMX y el sector Salud.

 

México llegará a la maratón Guadalupe-Reyes con más de 110 mil muertos y por encima de un millón 200 mil casos confirmados, en medio de una comunicación federal errática y con una sociedad que, cansada del encierro, ha dejado de tomar en serio los efectos de la pandemia.

 

Quizá uno de los ejemplos más contundentes de una buena comunicación en medio de esta contingencia sanitaria lo ha dado la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum, quien no ha dejado de insistir en que nos encontramos en situación de alerta, que es urgente salir de nuestra casa sólo si es necesario, usar cubrebocas, mantener la sana distancia y, en especial, no hacer fiestas.

 

La popular maratón Lupe-Reyes tendrá que esperar tiempos mejores. Los muertos por Covid así nos lo exigen.

 

Segundo tercio. La primera prueba de fuego será a partir de mañana, con los festejos a la Virgen de Guadalupe. El llamado de la Iglesia Católica ha sido fuerte y claro: celebrar desde casa, de manera virtual y sin acudir a los templos.

 

Tercer tercio. En cuestión de días se duplicará el escenario catastrófico de los 60 mil muertos por Covid-19, al que adujo el subsecretario López-Gatell, sin tener la capacidad para prever el alcance de la pandemia y sin saber que, en circunstancias de crisis, jamás es aconsejable hacer vaticinios.

                                                                                                                    @EdelRio70