El último responsable de conducir a la Albiceleste a una final de la Copa del mundo fue Alejandro Sabella, quien perdió la vida hoy tras complicaciones que presentó en su estado de salud.
Sabella ingresó al hospital a causa de una cardiopatía aguda, sin embargo, fue un virus intrahospitalario el que terminó por complicarse y arrebatarle la vida.
La vida en las canchas de Pachorra, como era conocido, tuvo episodios brillantes, primero como jugador y luego en los banquillos.
El logro más recordado para los argentinos fue la final jugada en Brasil 2014 ante Alemania, misma que se fue al tiempo extra para definirse en favor de los teutones.
Sin embargo, el periplo de Sabella en el mundo del fútbol se remonta a los años 70 por tanto la camiseta de River Plate club con el que debutó fue campeón en 1975 y 1977.
Posteriormente emigró a Inglaterra, siendo uno de los pioneros en un tiempo en el que no se estilaba que llegaran foráneos a aquellas latitudes. Junto a Osvaldo Ardiles, Ricardo Villa y Claudio Marangoni, conformó un grupo de jugadores argentinos que aterrizaron en la isla.
Primero fue el Sheffield (1978-1980) y luego el Leeds (1980-1981) donde mostró sus cualidades en el futbol del Viejo Continente. Asimismo las breves estadías fuera de casa eran habituales, y en su caso optó por volver a la Argentina, esta vez con Estudiantes.
Campeón en 1982 y 1983, Sabella pasó en el Pincha sus últimos momentos de gloria. Un breve paso por el Grêmio y luego en Ferro Carril Oeste que casi nadie recuerda fueron parte de su historial.
Increíblemente, el técnico subcampeón del mundo tuvo su última etapa como jugador en México. En la temporada 1988-1989 jugó sus últimos partidos defendiendo la camiseta del Irapuato.
Sabella incursionó en los banquillos como auxiliar de Daniel Passarella iniciando en la Selección Argentina rumbo al Mundial de Francia 98. Acompaño a Passarella para dirigir al Parma, la Selección Uruguaya, Monterrey y Corinthians.
Para 2009, tomó su primera oportunidad como entrenador siendo Estudiantes el equipo que gozaría de sus aptitudes y experiencia.
Sabella, un caballero al lado de la cancha, se encargó de llevar al club platense a ganar la Copa Libertadores en su primer año al frente del club pincharrata. Cortó una sequía de casi 40 años sin que los Leones ganaran la justa continental.
Se le recuerda, por supuesto, teniendo un duelo de estrategas con Pep Guardiola en el Mundial de Clubes de ese mismo año, donde la final la disputó Barcelona y Estudiantes, y la que se llevó el cuadro blaugrana ante el pundonor de los pupilos de Sabella.
En 2010 o tuvo el campeonato de Primera División en Argentina y tras la volatilidad en el banquillo de la Albiceleste, Sabella fue el elegido para llevar a Argentina a Brasil 2014.
Después de la gesta casi materializada en suelo brasileño, Sabella dejó la dirección técnica y no volvió a la vida pública del futbol.
Justo en el momento que se suscitaba el fallecimiento de Maradona, Sabella ingresaba al hospital. Historia casi paralela que tuvo un desenlace que nadie hubiese querido ante el momento aún difícil que se vive en el mundo del futbol.
EFVE