La Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los principales brazos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, en su calidad de foro multilateral, en cada una de sus acciones y declaraciones se anteponen las formas diplomáticas. Por ello, lo dicho acerca de lo que en México acontece en torno al manejo de la pandemia debe ser analizado con detalle y tomado muy en cuenta.

El pasado lunes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alzó la voz para referirse a nuestro país. “Cuando suben los casos y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo”, sostuvo desde Ginebra, Suiza.

No cabe duda que esta afirmación quedará como una de las principales descripciones sobre las decisiones adoptadas por la presente administración ante la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.

La preocupación surge del incremento en México de contagios y muertes por Covid-19, que en noviembre llegó a duplicarse. “Cuando ambos indicadores aumentan, es un problema muy serio”, apuntó la OMS.

Quizá el mensaje más contundente se encuentra en esta frase: “No comentamos comportamientos individuales sobre el uso de mascarillas. Pero hemos dicho en general que usar cubrebocas es importante, la higiene de manos es importante, mantener la distancia es importante, y esperamos que los líderes sean ejemplares. Queremos que los líderes sean un modelo a seguir”.

Frente a este comentario, no podría ignorarse la ausencia de ejemplaridad y las contradicciones del Gobierno del presidente López Obrador en torno al uso del cubrebocas, difícil de comprender por su insistente rechazo a admitir que se trata de una medida de protección, convivencia y respeto.

Lo dicho por la OMS debe ser tomado muy en serio por el Gobierno, pero también por la sociedad, que, no cabe la menor duda, se ha relajado de manera preocupante en el cuidado frente a la expansión de la Covid-19.

Vienen semanas muy complicadas por los festejos decembrinos. La falta de una política de alerta podría tener costos muy altos en la salud y el sistema sanitario que comienza a verse saturado. No toda la responsabilidad recae en las autoridades. Seamos serios y tomemos en cuenta lo que en el mundo se dice acerca de nosotros.

Segundo tercio. Indignada y preocupada, la comunidad francesa en México ha salido a las calles para expresar su rechazo por el asesinato del empresario galo Baptiste Lormand, quien, junto con su socio Luis Orozco, fue ejecutado el pasado fin de semana. Las autoridades capitalinas reaccionaron de inmediato ante la posibilidad de que este caso pudiera subir de tono ante el Gobierno de ese país europeo y lograron detener a un primer presunto implicado en este homicidio. La reacción de la Embajada de Francia ha sido mesurada, aunque en el círculo de expatriados e inversionistas de esa nación se esperaba un mensaje mucho más contundente de su recién llegado representante, Jean-Pierre Asvazadourian.

Tercer tercio. Sobre el número de ejecuciones en México, el diagnóstico del diario francés Le Figaro es preocupante. “El número de víctimas en México no deja de aumentar desde 2006. Rebasó los 30 mil muertos en 2019, según cifras oficiales, lo que deja un total de cerca de 300 mil homicidios en los últimos 15 años”, apunta el rotativo.

                                                                                                                    @EdelRio70