A pesar del discurso de la Cuarta Transformación, que le permitió al presidente, Andrés Manuel López Obrador, presumir que el Legislativo ya le había quitado el fuero y podría ser juzgado como cualquier ciudadano, el fuero, ¡no se quitó!

Lo que le faltó explicar al primer mandatario, es que para juzgarlo, primero tienen que hacerle un juicio político ante la Cámara de Diputados, es decir que la inmunidad procesal, mejor conocida como fuero, continúa.

En caso de que la Cámara de Diputados decida que sí existen elementos para juzgarlo, quien hará el juicio será el Senado y no el Ministerio Público; lo que ya no lo convierte, tampoco, en cualquier ciudadano.

Lo único que hizo el Legislativo, fue ampliar el catálogo de delitos por los que el presidente puede ser juzgado.

Actualmente, y hasta que esta reforma sea aprobada por la mayoría de los congresos locales y publicada en el Diario Oficial de la Federación, el presidente, durante el tiempo de su encargo, sólo puede ser juzgado por traición a la patria y delitos graves del orden común.

Con las modificaciones, también podrá ser juzgado y sentenciado por actos de corrupción y delitos electorales, lo que sin duda es un avance.

Sin embargo, en la narrativa de la 4T, sobre todo de cara a los procesos electorales de 2021, estas nuevas causales, son leídas y escuchadas, como la eliminación de fuero, por así convenir a sus intereses para ganar elecciones.

No hay que olvidar que las verdades a medias, también son mentiras y a los morenistas, les gusta presumir, incluso, lo que no tienen.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

A dos años de su toma de protesta, el Presidente López Obrador ¿seguirá echando culpas al pasado, o sólo a la pandemia, de no haber terminado con la delincuencia y tener una severa crisis económica?

 

DAMG