Para Nayelli Salazar, los problemas con su agresor llegaron al punto en que este vendía en redes sociales fotografías de ella durmiendo o bañándose.

“Lo denuncié 21 veces ante la Fiscalía, presenté pruebas de la violencia que ejercía hacia mí y al día de hoy, mi agresor sigue libre”, reprochó.

Pese a ello, afirma que es una sobreviviente de la violencia doméstica, situación en la que vivió 13 años. Cuenta que conoció a su ex pareja cuando estaban estudiando; “primero se ganó el cariño de mi hija y en consecuencia el mío”.

Las agresiones -dice- comenzaron al vivir juntos, pues éste la golpeaba por ser afectuosa con otras personas e incluso en varias ocasiones trató de estrangularla. Hasta que un día, se separó de él y ahora ella misma es el sustento de su hogar.

 

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