Gambito de Dama
Foto: Instagram/@gambitodedama Una de las cosa que más ha llamado la atención de McClain es la rapidez con la que los jugadores deciden sus movimientos  

La serie original de Netflix, Gambito de Dama, se ha vuelto en una de las más populares de la plataforma de streaming.

La ficción protagonizada por Anya Taylor-joy ha conquistado a la audiencia, por lo que también ha sido vista por expertos en la disciplina del ajedrez.

Dylan Loeb McClain, es uno de ellos, y como experto en ajedrez, ha analizado desde su punto de vista más técnico para The New York Times la representación de los juegos que se realizan en la serie de Netflix, encontrando algunos errores o inexactitudes dentro de la misma.

Una de las cosa que más ha llamado la atención de McClain es la rapidez con la que los jugadores deciden sus movimientos.

“Cada jugador tiene dos horas para hacer 40 movimientos, lo que era, y sigue siendo, un control de tiempo estándar para este tipo de partidas. Pero en cada partida, Beth y sus oponentes hacen sus movimientos después de pensar solo unos segundos. A ese ritmo, terminarían sus partidas en minutos, no en horas”, puntualizó el experto.

Conversaciones

Según el experto, tampoco es habitual que los jugadores sostengan conversaciones entre ellos en plena partida, además de ir contra las reglas en las competencias de Ajedrez.

Sin embargo; en más de una ocasión a lo largo de la serie se le ve hablando con sus compañeros de tablero.

Escenarios

Las partidas que aparecen los capítulos, están basadas en competiciones reales, de hecho, en el libro de Walter Davis (en el que se basa la serie) bebe en varias figuras reale del ajedrez y de sus logró para configurar su personaje de Beth. Pero los lugares en los que celebran están algo alejados de la realidad.

Beth derrota a Harry por el título estatal de Kentucky, según el libro, esta partida tuvo lugar en Riga (Letonia) en 1955.

En otra partida vence a Benny en EU, mientras que esa partida se llevó a cabo en la Ópera de París en 1985.

La comparación de Beth

En relación con estas figuras reales que inspiraron la serie, hay un momento en el que Harry compara a Beth con Paul Morphy, un estadounidense considerado el mejor jugador del siglo XX; sin embargo, según el autor, quien en verdad se asemeja a Beth es Bobby Fischer.

Los paralelismos entre Beth y Fischer son numerosos. Beth gana el campeonato de EU de 1967. Ese fue el año en que Fischer ganó su octavo y último título estadounidense.

Una similitud entre los personajes es que Beth se queda huérfana y viviendo sola en la adolescencia. La hermana y la madre de Fischer también lo abandonaron cuando tenía 16 años.

La joven aprende ruso para enfrentarse a los jugadores soviéticos; Fischer aprendió el idioma de manera autodidacta para leer las revistas de ajedrez rusas.

Pero al margen de sus similitudes de vida, también son parecidos en el tablero. Cuando juegan con blancas y se enfrentan a la defensa siciliana y, además de contar ambos con un estilo agresivo, McClain destaca que ambos utilizan el ataque Fischer-Sozin.

 

 

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