Aunque en cumplimiento del T-MEC, los líderes sindicales deben elegirse mediante el voto universal y secreto, desde la salida de Carlos Romero Deschamps de la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ya se analizaba en Gobernación y en la Secretaría del Trabajo quién sería el líder con el que mayor comunicación podría tener la 4T.
La extinta subsecretaría de Gobernación, que fue encabezada por Ricardo Peralta, elaboró un documento donde se evaluaron los perfiles que más convenían al actual Gobierno, tras ser descartado el hoy dirigente interino del STPRM, Manuel Limón, por su cercanía con Romero Deschamps. 


El documento, del cual tiene copia esta columna, menciona a los cinco personajes con más posibilidades, pero también a la senadora Cecilia Sánchez, respaldada en ese momento por la secretaria de Energía Rocío Nahle; y a Yolanda Morales de Petromex, que, se señala en ese documento, tiene el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas.


Según ese análisis político, los liderazgos sindicales más fuertes son: José Lorenzo Valenzuela, presidente de la Comisión de Vigilancia, Honor y Justicia del propio STPRM; Eliel Flores Ángeles, actual secretario general del Sindicato de las Empresas Productivas del Estado, Petróleos Mexicanos Subsidiarias y Filiales –el mismo que ha ofrecido poner las cuotas de los trabajadores como capital de trabajo para Pemex, a cambio de que los empleados sean incluidos como socios corporativos–; Rubén Choreño Morales, quien se desempeñó como director Jurídico del STPRM; y Hebraicaz Vázquez Gutiérrez, líder del Movimiento Nacional Petrolero.


Por último, en el análisis se colocó a Pablo López Figueroa, secretario general de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros.
La revisión de Segob descartó a personajes que han tenido conflictos legales como Mario Ross García, Miguel Arturo Flores, Sergio Morales y Jorge Wade; además se dejó fuera a Jorge Enrique Zárate y Federico Mora, según se explica, por carecer de representatividad ante los trabajadores.

#LoboSapiens
Burocracia e instrucción presidencial
Desde el municipio de Temozón, en Yucatán, el Presidente López Obrador lanzó un compromiso aquel 9 de noviembre de 2019; se apoyaría a presidentes municipales y gobernadores sin importar el partido al que pertenezcan: “¡Al carajo con eso!”.
La sentencia quedó marcada en quienes acudieron a ese evento, aquel día en que el alcalde de su partido se le acercó al oído y le pidió apoyo…
Un año después los recursos para infraestructura hidráulica y municipal –de aproximadamente 30 millones de pesos– no habían llegado.
Y no porque el Presidente no cumpliera, nos explican quienes conocen de cerca el tema, sino porque el entramado burocrático y el poco conocimiento y habilidad de directores sobre el laberinto normativo existente son una carrera de obstáculos para llegar a la meta: el cumplimiento de una instrucción, incluso, presidencial.
Ese recurso, incluso, fue obtenido mediante una subasta “con sentido social” realizada en agosto, de manera presencial, en Los Pinos. Y ya hasta renunció quien era director General del INDEP en esa ocasión y Temozón fue impactado por el huracán Delta; ahora tiene otras necesidades.

 

                                                                                                          @chimalhuacano