Soñaba con pertenecer a las fuerzas armadas de su país, como su padre; y se unió al cuerpo de infantería de la Marina, pero su sueño se vio frustrado cuando sufrió un par de fracturas en ambas piernas y desertó.

Decidió dedicarse a otras de sus pasiones, las computadoras, comenzó a trabajar como analista de inteligencia, fue contratado por la CIA estadounidense y la Agencia de Seguridad Nacional, donde tuvo acceso a información confidencial. Descubrió que esos organismos hacían espionaje a nivel global, y lo gritó a los cuatro vientos.

Edward Snowden inició una lucha contra su propio país al divulgar en 2013 a distintos medios de comunicación una serie de documentos clasificados, incluidos los de PRISM, un programa clandestino de vigilancia masiva, con acceso a los servidores centrales de grandes compañías tecnológicas de EU, como Facebook, Microsoft, Google, Yahoo, YouTube y Apple.

Ellos monitoreaban la actividad de miles de estadounidenses en línea, así como vía telefónica, con la justificación de evitar un ataque terrorista. Snowden declaro: “El público necesita decidir si esos programas y políticas están bien o mal”.

Tras publicar esa bomba de información, decidió viajar hacia Hong Kong, sin dar aviso alguno a ningún ser querido; posteriormente vuela con rumbo a Moscú, Rusia, donde pidió asilo político y ya lleva siete años exiliado.

Analistas consideran que, gracias a que Snowden sacó a la luz que las agencias podían acceder a su información, las empresas comenzaron a crear nuevos métodos de ciberseguridad, como encriptar los mensajes que se comparten a través de las redes, esto significa que nadie más puede ver lo que se envía más que el emisor y el receptor.

Recientemente, Snowden anunció que ya obtuvo la residencia permanente, esto gracias a que cambiaron las leyes migratorias rusas en 2019, facilitando su trámite, pero el ex analista no pierde la esperanza de regresar a su país natal y reunirse con su familia. Él y su esposa están a la espera de un hijo.

Gracias al llamado “traidor”, por el Gobierno, y “héroe” por la sociedad, se regularon las políticas de privacidad en las grandes plataformas cibernéticas, es su legado.

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