José Ureña

Martí Batres ha dejado muchas huellas políticas.

Si muchos lo recuerdan por la leche Bety que repartía como asambleísta, en las auditorías del Senado hay más elementos.

Como presidente de ese cuerpo legislativo llegó a contar con una corte de 80 asesores, a quienes pagaba una millonada.

Eso sucedía mientras él, histrión único, simulaba llegar a extremos con la austeridad en boga y llevaba lonchera porque había cerrado los comederos internos.

Ahorro al máximo, pregonaba para escarnio público por su escena.

No retuvo la presidencia a causa de su enfrentamiento con Ricardo Monreal y la mayoría de su bancada, sobre la cual mantiene control absoluto el zacatecano.

Seguramente no habrá escándalo y, bajo aquel refrán de la ropa sucia se lava en casa, el dato quedará para el registro y acaso para contenerle sus ímpetus.

Terminado el plazo cedido, Morena optó por la tabasqueña Mónica Fernández y la imagen de Batres se diluyó.

Pero sus colaboradores ya no tuvieron acomodo y ahora muchos de ellos trabajan en la CNDH al amparo generoso de Rosario Piedra Ibarra.

TRAICIÓN A RENÉ BEJARANO

Batres ha intentado reposicionarse en el Senado, sin éxito.

Monreal decidió, y la fracción mayoritaria votó, por alternar la presidencia del Senado con nuevos nombres en el sexenio: hombre/mujer al año.

Todos de Morena.

¿Por qué no confían en Batres sus compañeros?

Por su fama.

Quién le descubrió habilidades de político fue René Bejarano hace mucho tiempo, hasta hacerlo asambleísta.

Jesús Ortega, cabeza de Los Chuchos -grupo dominante entonces y hoy en el PRD- convino en hacerlo líder de la ALDF.

El acuerdo se selló en El Angus de la Zona Rosa.

El promotor fue… ¡René Bejarano!

Pero Bejarano sintió la traición cuando, caído en la cárcel en 2004, recibió pruebas de quién lo hundió: Martí Batres, a la sazón subsecretario de Gobierno.

Con esos antecedentes, Batres trata de presionar al nuevo dirigente Mario Delgado y ser factor dentro de Morena.

Tiene muchos candidatos para 2021 y la primera es su hermana Lenia Batres para alcaldesa de Alvaro Obregón.

BECA DE UNESCO A ACUSADO

1.- En Aguascalientes se da una contradicción.

El Gobierno de Martín Orozco pregona una campaña contra el acoso sexual, pero no todos sus colaboradores la respaldan.

Para reactivar la economía estatal, se decidió ayudar a los artistas locales y a este respaldo se sumó la UNESCO.

Se lanzaron convocatorias y uno de los beneficiarios es catedrático universitario acusado de acoso sexual.

El premio lo entregó la directora del Instituto Cultural de Aguascalientes a Alfredo Vargas, para enojo de grupos feministas y observatorios contra la violencia de género.

Esa beca, dicen allá, es un mensaje de impunidad.

Y 2.- No todos los gobernadores salientes impulsan obra nueva.

Unos sólo quieren terminar las actuales por la crisis.

En contraste, el gobernador sinaloense Quirino Ordaz, quien terminará su mandato en 2021, dio el banderazo de salida a la carretera El Valle-El Mezquite.

Obra nueva en sexenio viejo.

LEG

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