Si la reducción de 870 millones de pesos al INE generó ya un escándalo, hay que ver la reducción de 8,826 millones de pesos que sufrirá el INEGI si se aprueba el dictamen del presupuesto de Egresos para el 2021.

Lo del INE es un escándalo porque la reducción de esa cantidad al presupuesto solicitado más el hecho de que no fueron considerados los 1,499 millones de pesos para la consulta popular aprobada para el próximo año, ponen al Instituto contra la pared.

Quién sabe si para decir que están en riesgo las elecciones intermedias del 2021, pero sí para obligar a los consejeros electorales a no realizar la consulta y suprimir gastos que podrían incidir no en el resultado pero sí en la organización.

Es decir, que podrían poner en duda la situación actual del Instituto justo cuando lo que requiere el país son organismos electorales fuertes y autónomos.

La fracción de Morena en el Senado asegura que, comparado con el presupuesto del 2020, en el 2021 el INE recibirá un incremento de 61%, es decir, 10,159 millones de pesos, lo cual es cierto, pero no es una dádiva sino que por la ley electoral establece que en el periodo electoral el presupuesto debe ser mayor.

Pero la comparación entre lo solicitado por el INE para el siguiente año con lo aprobado en el dictamen que al cierre de este espacio se discutía en el pleno, arroja la reducción de los 870 millones de pesos.

El Gobierno también parece que no tiene interés en la aportación que hace el INEGI al conocimiento de los indicadores nacionales en todos los rubros.

Para el 2020, el INEGI tuvo un presupuesto de 16,572 millones de pesos y para este año será de 7,746 millones de pesos, es decir, una reducción del 53.3%.

Las Cámaras de Diputados y Senadores también tendrán una reducción presupuestal, aunque comparada con las anteriores reducciones, será marginal; 55 millones menos para diputados y 45 millones menos para senadores.

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Cualquier productor de televisión debería estar atento a lo que ocurre con los funcionarios y simpatizantes de Morena, pues las historias les darían para unitarios como la Rosa de Guadalupe por varios meses.

Los pleitos entre Sabina Berman vs John Ackerman por la conducción de un programa de TV o el duelazo entre el “Canelo Casas’’ Manuel Bartlett vs el gobernador de Tabasco, en “Nada Finito” Adán Augusto López y el más reciente entre Gibrán Ramírez vs Zoé “El Chamula’’ Robledo, están más buenos que los casos que presenta Laura Bozzo.

Y si nos vamos un poquito para atrás, el mano a mano que se dio entre Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo o entre Yeidckol Polevnsky vs Alfonso Cuéllar, tenemos material para todo el año.

Vaya por su botana preferida y no deje de seguir las redes sociales que se han convertido en un bendito ring de los representantes de la Cuarta Transformación.

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Por fin el viernes el Senado de la República sesionará para tratar la iniciativa que busca despenalizar el uso lúdico de la mariguana.

Los senadores le habían estado dando vueltas y vueltas al asunto, pero la discusión de la iniciativa, presentada por cierto por la entonces senadora Olga Sánchez Cordero antes de que rindiera protesta como secretaria de Gobernación, ya no aguanta más tiempo en la congeladora.

En la bancada de Morena no todos están de acuerdo en despenalizar el uso lúdico de la cannabis y en la oposición no hay un criterio unificado.

Así que será muy interesante seguir el debate sobre el tema; se espera que haya por fin una definición.