Al no haber voluntad de los actores involucrados más importantes, tener en Congreso una mayoría morenista y requerir de un proceso complejo, la salida de la Federación planteada por los gobernadores es un despropósito, consideró Hugo Concha Cantú, constitucionalista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en entrevista con 24 HORAS.

Recordó que el artículo 40 de la Constitución marca que los principios de organización política comprenden una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por estados soberanos; sin embargo, la soberanía es un concepto que atañe más al pueblo en tanto en los estados se considera que tiene cierta autonomía.

Resaltó que la idea de separarse de la Federación, en una visión maximalista, implicaría casos como el de Quebec, que intentó separarse de Canadá, o Cataluña en España.

“En el caso mexicano lo veo más difícil, más allá de reformar algunos artículos, pensar que un estado se puede salir de la Federación es desmembrar al país. Somos un Estado federal, y como tal, cada una de las entidades es integrante del mismo.

“Me parece un despropósito. Son 10 gobernadores, pero una reforma constitucional tiene que ser aprobada por dos terceras partes del Congreso de la Unión, cosa que no va a suceder con una mayoría morenista, y la mayoría de las legislaturas locales, quiere decir que necesitarían 17”.

En una visión minimalista, y desde la concepción de su participación en la coordinación fiscal, resaltó que el Gobierno federal podría optar por poner sus propias oficinas recaudatorias sin ayuda de los estados.

“La molestia es porque hay entidades federativas, entre ellas las del norte, que recogen más dinero de lo que la Federación les da, pero el tratamiento es fuera de lugar porque son impuestos federales.

Tendrían que decirle a la Cámara de Diputados: los impuestos federales ahora deben ser locales, ¿le van a enmendar la plana a la Cámara y decir que lo que ponen como impuestos federales ya son locales? Eso es un despropósito.

“Mientras no sea voluntad de todos los actores, no veo por dónde los gobernadores pueden lograr este clamor de independencia. Lo que va a ser muy duro es que se van a enfrentar a que los estados de soberanos sólo tienen la palabra, por el enorme centralismo que se ha dado en el país en toda la historia posrevolucionaria”.

El también profesor de Derecho de la UNAM e ITAM consideró que la declaración se reduce a lo político.

“Sí es un discurso fuerte, duro, pero político al final del día. Están tratando de sacudir, y luego el Presidente les dice que pregunten al pueblo. Para empezar serían consultas en sus estados y, otra vez, ¡cuidado! Porque la Constitución en lo que regula a las consultas es muy clara en decir que no pueden tocar impuestos o el presupuesto del país”, advirtió.

LEG