Foto: Reuters Los debates son regidos por un conjunto de reglas previamente acordadas por los candidatos y suelen ser transmitidos por la radio, la televisión y el internet  

¿Sabías que la misma cantidad de estadounidenses que ven el Super Bowl o las Olimpiadas ven los debates presidenciales? Estos se han convertido en el mayor evento de las semanas previas al día de las elecciones. Y los televidentes son ávidos consumidores de este contenido.

Un debate presidencial es un foro donde los candidatos responden a un conjunto de preguntas. Estas pueden ser planteadas por los votantes, un moderador, o por los otros debatientes. Por lo que, son una oportunidad única donde los ciudadanos pueden comparar directamente las posiciones de los candidatos sobre temas concretos.

Los debates son regidos por un conjunto de reglas previamente acordadas por los candidatos y suelen ser transmitidos por la radio, la televisión y el internet.

Actualmente más de 60 países han desarrollado alguna tradición de debate ¿Pero porqué se han vuelto tan populares? Porque los debates son muy benéficos para la democracia, esto es gracias a que: Ayudan a los votantes a tomar una decisión informada en las urnas, reducen las tensiones políticas, promueven el dialogo y el respeto y fomentan la rendición de cuentas

La tradición de debate en EU nace a finales de 1800 con los candidatos presidenciales Lincoln y Douglas. Ambos decidieron participar en una serie de discusiones previas a la elección.

Los candidatos se dieron cuenta de la importancia de presentar sus casos y expresar sus criticas ante el público, y también de entablar un dialogo sobre el futuro de la nación. Estas discusiones se convirtieron en el marco conceptual de lo que hoy en día son los debates.

Generalmente se considera que un debate es bueno cuando en este: Se informa a los ciudadanos acerca de las posiciones de los candidatos, se discute de manera constructiva y digna, se acatan las reglas del debate, hay un trato cordial y se manda un mensaje positivo a los seguidores de ambas campañas.

Las generalidades políticas, y los ataques personales no son considerados una buena estrategia para conducirse en un debate.

Uno de los debates más icónicos de la historia es el de Kennedy y Nixon. Este fue el primer debate televisado.Previo al debate Kennedy era un personaje relativamente desconocido en la escena política, mientras que Nixon era el vicepresidente, pero al final de la noche Kennedy se convirtió en una estrella.

Algunos creen que parte del impacto de Kennedy esa noche fue el visual. Nixon había salido recientemente de una hospitalización por lo que se veía débil, enfermo y sudoroso, mientras que Kennedy se veía bronceado, tranquilo y confiado.

Es considerado que el peor debate de la historia fue el primero entre Biden y Trump. No hubo ningún dialogo entre los candidatos: Trump intimido e interrumpió, por lo que, fue imposible tanto para Biden, como para el moderador poder hablar más de 30 segundos, sin ser interrumpidos. Biden trató de mantenerse enfocado en las discusiones de política, pero falló. Ambos candidatos se insultaron y ninguno presento opciones de políticas solidas.

En pocas palabras, el debate no sirvió de nada, no entabló un dialogo constructivo, no informo al publico, ni tampoco fomento el respeto entre los candidatos.