Anunció Alfonso Durazo que era su último informe como responsable de Seguridad y empezó la insidia: que mejor no festejar mucho porque con esta administración lo que viene siempre puede ser peor que lo que se va.

Y sí: estamos ante un régimen que suele sorprendernos en ese sentido: el margen de empeoramiento, en cualquier ámbito y en cualquier momento, es amplísimo. Pero creo que debemos pensar las cosas más en frío, más con pie en las evidencias, y no precipitarnos.

Piensen por ejemplo en Octavio Romero… ¿Que las pérdidas de Pemex son de récord planetario y que hasta hoy el señor director sólo se explayó para tratar de marrullerearnos con la contabilidad de la paraestatal? Pues sí. Pero piensen esto: no fue, ni de lejos, el peor ingeniero agrónomo de su generación. Así pues: no le muevan.

O permítanme volver al caso de Irma Eréndira Sandoval, la jefa de la Función Pública. Podrían decir que Pío López sigue tan campante, que con el licenciado Bartlett todo cool … Ok, va. Nada más les recuerdo que en esa familia tienden a rolarse los puestos, y que la secretaria está casada con John Ackerman, que seguro podría sumar otra chamba a su colección.

Así que, para regresar a Durazo, uno dice: híjole. Porque los números no lo favorecen mucho, no, pero, si me permiten recordárselos, en 2018, nada más confirmada su victoria en las urnas, nuestro Presidente invitó a sumarse a su equipo nada menos que a Jorge Carrillo Olea. ¿Qué impidió que ese prohombre viera por nuestra seguridad en el albor de una nueva era? Que declinó. Por la edad, dijo: a los 82 ya no anda uno para esos trotes. Y menos mal. ¿Recuerdan que lo de los secuestros se salió un poquitín de control cuando gobernó Morelos, entre otras cosas porque el Mochaorejas andaba como si nada por aquellos rumbos?

Así que, en efecto, uno le piensa tantito y dice: “Uy, mejor no le muevan”.

Peeeero… Pero siempre se puede contar con Hugo López-Gatell.

Porque si el zar de la lucha contra la pandemia dice que en México, el país de los 80 y muchos mil muertos, ya hay un rebrote (que por lo demás es el único rebrote de la historia que no necesitó que terminara el brote original); y luego el Presidente de la República dice que nel, que no hay rebrote; y entonces el zar mete el freno de mano y dice que la visión preclara del padre de pueblos es única, que tiene razón no importa cuándo leas esto, que nadie entiende el país como él y que chido pues, cero rebrotes, entonces piensas:

“Retiro lo dicho. Sí, muévanle. Rápido, porfa”.

 

                                                                                                                            @juliopatan09