José Ureña

Alfonso Durazo debe estar muy agradecido con Ernesto Zedillo.

Sin el ex presidente no estaría a las puertas del Palacio de Sonora o al menos de la candidatura.

De Morena y de los incondicionales e indignos aliados del Gobierno, pues no tienen bases certificadas ni ideología ni proyecto autónomo.

Y a reserva de cuanto digan otros prospectos, entre ellos el priista Ernesto Gándara Magaña y la insignificante Ana Gabriela Guevara.

De la segunda hay poco por decir: es un espantapájaros del PT para cobrar cara su alianza y dar beneficios a su eterno dirigente Alberto Anaya.

Gándara Magaña es un político de cuidado.

Tiene gran ascendencia con sus paisanos, ha hecho campaña durante mucho tiempo, tiene carrera sólida, como candidato al Senado mostró su arrastre electoral y ha sido leal al PRI.

Tiene en torno a sí muchos aliados incluidos de otros partidos, morenistas, panistas, perredistas y ofertas de Dante Delgado y MC.

GÁNDARA EN EL HORIZONTE

Viene una lucha interesante.

Si el panorama no se agría, sería la pelea entre dos frentes electorales, uno nucleado por Palacio Nacional y otro con fuerzas hoy independientes.

Sus abanderados: Alfonso Durazo y Ernesto Gándara, respectivamente.

Hablemos del primero:

Durazo tuvo, como casi todos los colosistas, el odio de Ernesto Zedillo.

Pero se ahondó con la filtración de la carta del 19 de marzo de 1994 donde Zedillo, a la sazón coordinador de campaña, pidió a Luis Donaldo Colosio doblegarse ante Carlos Salinas.

Le sugirió un acuerdo explícito para no criticar al presidente saliente e informarle de cuánto diría –notificación previa- sobre Salinas.

-Insisto, mi propuesta de celebrar ese pacto es independiente de mi admiración y agradecimiento por el Señor Presidente. Es una recomendación elemental, yo diría de libro de texto, de estrategia política.

¿Quién filtró esa carta a Reforma?

Zedillo acusó a Durazo y le cerró las puertas del Gobierno.

Metido a su negocio, a principios de 1997 encontré a Alfonso Durazo apadrinado por un Ricardo Canavati optimista:

-Lo voy a hacer diputado. ¿Cómo ves, compadre?

Zedillo no lo dejó pasar.

Entonces Durazo deambuló por la oposición: se alió a Vicente Fox, peleó con Marta Sahagún, le impidió ser candidata a la Presidencia y, desahuciado del panismo-foxismo, se refugió en el pejismo.

Es su turno.

CABADA: COVID DOS VECES

El alcalde juarense Armando Cabada tuvo Covid-19 y fue dado de alta.

Le pedí las recomendaciones médicas post pandemia para orientar a los enfermos dados de alta.

-Quiero saber si hay recaídas –insistí.

Prometió enviarlas.

No las recibí y hoy sabemos de dobles contagios, pues ayer Cabada fue internado para observación con los pulmones inflamados por si evoluciona el virus.

Ojalá se reponga pronto.

Y 2.- La Delegación Federal Única en Baja California, o superdelegación como se le conoce en el centro del país, ha emprendido campañas especiales.

Una de ellas es abatir rezagos de treinta años o más en la tenencia de la tierra y ya entregó cinco mil 200 escrituras en varios municipios.

Con otro dato, lo hace en coordinación con el Instituto Nacional de Suelo Sustentable y el Gobierno estatal de Jaime Bonilla.

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