Foto: Reuters Entre las piezas expuestas se encuentra una fuente tallada en la antigua Grecia que se creía que se encontraba en el jardín de Julio César, época en la que ya era consideraba una antigüedad  

Después de décadas encerradas en un sótano, algunas de las mejores esculturas de la antigüedad han sido sacadas de la penumbra y devueltas a la vista del público en Roma

Bustos de emperadores romanos, sarcófagos adornados y un antiguo relieve griego tallado hace 2 mil 500 años son sólo algunas de las 92 piezas que se exhiben en el Palazzo Caffarelli de la capital italiana.

Los mármoles pertenecen a la aristocrática familia Torlonia y representan una fracción de sus 620 esculturas, que se cree es la colección privada más grande del mundo.

“Podríamos hacer siete, ocho o 15 exposiciones más”, dijo el historiador de arte Salvatore Settis, quien fue elegido por la familia para ayudar a curar la muestra y tuvo la difícil tarea de decidir qué obras deberían ver la luz del día.

Como muchas familias destacadas de Roma, los Torlonia inicialmente exhibieron su enorme colección en un museo. Pero después de 101 años, cerraron sus puertas en 1976, buscando convertir el edificio en apartamentos privados.

“La reaparición de una colección tan legendaria es un evento muy importante”, dijo Settis. “Cuando los vi por primera vez fue muy emotivo, porque conocía la mayoría de esas piezas de libros, pero nunca las había visto”.

Los Torlonia, que hicieron su fortuna gracias a contratos papales, adquirieron colecciones ya creadas, algunas que datan del Siglo XV.

Entre las piezas expuestas se encuentra una fuente tallada en la antigua Grecia que se creía que se encontraba en el jardín de Julio César, época en la que ya era consideraba una antigüedad.

Muchas de las obras han sido objeto de una restauración sustancial a lo largo de los años, incluida una estatua de una cabra cuyo cuerpo data del siglo I d.C., pero cuya cabeza se cree que fue creada por el famoso escultor italiano Bernini en el siglo XVII.

Anna Maria Carruba ayudó a preparar las estatuas para la exposición.

“Muchas de estas piezas ya fueron restauradas a partir de 1600 en adelante. No necesitábamos trabajar en la estructura de las estatuas, sino sólo en las superficies, limpiándolas, quitando el polvo acumulado a lo largo de los años y los materiales utilizados en restauraciones anteriores”, dijo Carruba.

La exhibición “Mármoles de Torlonia” debía inaugurarse en abril, pero se retrasó debido al coronavirus. Estará en Roma hasta junio de 2021 y se espera que se traslade al menos a otro país europeo y a Estados Unidos antes de regresar a Italia, donde se le dará un sitio permanente.

LEG