Foto: Reuters La agencia de EU dijo que la pandemia obstaculiza la rápida deportación de detenidos porque países cerraron sus fronteras o no los aceptan.  

El agricultor cubano de 31 años de edad llegó a la frontera entre México y Estados Unidos después de haber cruzado por casi una docena de países para buscar asilo político en Estados Unidos.

Más de un año después, Yudanys Pérez sigue encerrado. Mientras se decide su caso, ha sido trasladado a seis centros de detención y se le ha negado la libertad condicional en siete ocasiones.

En mayo, según registros médicos, dio positivo para el coronavirus. Durante más de un mes sufrió fiebre, temblores y diarrea en un dormitorio con docenas de otros detenidos enfermos, dijo durante una entrevista telefónica desde el Centro Correccional de Winn, en la zona rural de Luisiana.

“Desde que comenzó la pandemia me preocupo cada día por mi supervivencia”, dijo en una declaración en una demanda federal presentada en nombre de cientos de solicitantes de asilo.

En medio de una emergencia de salud global, los inmigrantes están siendo retenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos por más tiempo que en cualquier otro periodo en por lo menos una década, de acuerdo con sus propios datos.

Más de 6 mil 400 detenidos han contraído Covid-19 en los centros de detención en el país y ocho han muerto. Más de 20 personas de África y América Latina dijeron que habían estado detenidos durante más de seis meses, y describieron condiciones de hacinamiento, a veces insalubres, que hacían imposible el distanciamiento social y dificultaban el control de todo tipo de infecciones.

La agencia también ha continuado transfiriendo detenidos entre centros durante la pandemia, sembrando o exacerbando brotes en algunos casos.

 

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