La gran sorpresa que tenemos en el arranque de las ligas europeas para el futbol mexicano es sin duda la de Hirving Lozano, que, con trabajo, dedicación y mucho profesionalismo, cambió totalmente el panorama de su futuro y ahora puede sonreír con el Nápoles en la Sería A italiana. 

El ofensivo producto de las básicas del Pachuca, parecía destinado a salir del equipo napolitano, porque su primer año no fue nada bueno, porque la relación con su director técnico Gattuso no se veía bien, porque la presión de la afición y prensa parecían encaminarlo todo a ser transferido. 

Pero todo esto hoy es diferente, Hirving tiene frente a él un panorama muy favorable y su juego vuelve a lucir, se reencontró con el gol, por lo que parece volver a la ruta del éxito que lo acompañó con los Tuzos, el PSV y la Selección Mexicana.

Lozano podríamos decir que no había encontrado piedras en su camino y su carrera a los 25 años que hoy tiene, siempre fue en ascenso, pero en Italia conoció la otra cara de la moneda y luego de llegar como la contratación más cara en la historia del Nápoles, pedido por el técnico Carlos Ancelotti, empezó una caída importante. 

Ante la adversidad, Chucky no puso buena cara, se fue Ancelotti, entró en conflicto con su nuevo técnico Genaro Gattuso, dicen fuentes cercanas al Nápoles, que se aisló, parecía niño regañado, lejos de sus compañeros y la banca fue su mejor amiga en el equipo. 

Sin embargo, sacó la personalidad, reaccionó, se adaptó, mejoró su manejo del idioma y en general se puso las pilas creciendo en todos los aspectos, logrando así que el propio Gattuso lo volviera a observar y cambiará su impresión. 

Ningún técnico en el mundo se pelea con la calidad, sin duda Lozano la tiene, por ello al observar Gattuso, un DT con una personalidad muy fuerte, su cambio de actitud y su mejor adaptación no dudó en retenerlo y darle confianza y titularidad, porque Hirving es muy buen futbolista. 

Claro que hubo detalles externos que también ayudaron, como que la presión de prensa y afición disminuyera con la llegada del nigeriano Víctor Osimhen, quien lo desbancó como el fichaje histórico en cuanto a costo, quitándole así reflectores. 

También contribuyó sin duda por ejemplo la salida de José Callejón, que le dejó en el terreno de juego el costado derecho libre, pero entendió Lozano que tenía que hacer coberturas, trabajar en defensa y cubrir una zona más amplia del campo de lo que tenía acostumbrado en sus anteriores equipos. 

Pienso que la principal virtud de Lozano fue la mentalidad, el no darse por vencido, no se metió en líos de declaraciones, evitó el caer en la cómoda y esperar la transferencia a otro equipo, la adaptación al medio y al juego italiano no fue fácil, fueron muchos meses, pero hoy sin duda por su edad se vuelve el futbolista mexicano con un panorama más amplio en su futuro europeo. 

Ojalá las lesiones y otros imponderables del futbol le respeten y pueda seguir adelante, porque está demostrando que está hecho para grandes cosas.

 

                                                                                                                                                @raulsarmiento