La planeación del torneo Guard1anes 2020 nos presenta en cadena los clásicos de la temporada y esto le está dando un toque distinto al torneo corto más diferente de todos los realizados y con ello la polémica está en todo lo alto, porque no han resultado espectaculares, pero sobre todo han sido muy fríos, porque los clásicos son de los aficionados y de nadie más.

Los partidos llamados clásicos, lo son por la rivalidad deportiva en la cancha y que produce una atracción mayor de las aficiones, es decir, es el público que los vuelve clásicos, no son los jugadores, ni los periodistas, ni ningún otro aspecto, si no hay rivalidad entre las fanaticadas, no hay clásico o derby o como quieran llamarlo.

En todos los países hay un clásico nacional y eso está dado porque los equipos participantes son los dos de mayor convocatoria popular y eso no lo puede cambiar nadie, porque depende únicamente de la gente. 

En México hay dos equipos que por mucho son los que mayor número de seguidores tienen: Guadalajara y América. Por ello genera la mayor atención posible y luego vienen, como sucede en todo el mundo los clásicos locales por ciudad, porque se dividen los seguidores de grandes capitales estatales. 

Así está el de Monterrey, el de Guadalajara y los de la ciudad de México que alcanzan a tener dos por el tamaño de la misma ciudad y área metropolitana, porque además, el número de seguidores de los Pumas y Cruz Azul es muy grande, superando en número de aficionados a prácticamente todos los equipos del torneo. 

Ahora bien, la manera de vivir los clásicos, va de acuerdo a las formas de ser de las aficiones, algunas más pasionales, otra más gritonas, otras más presumidas etc., pero todas diferentes e incomparables y muy respetables en su debida dimensión.

El querer hacer competir a los clásicos, es cosa de los medios de comunicación, que buscan aprovechar la notoriedad de estos juegos y buscan sacar jugo, enganchando aficiones y regiones del país. 

El ambiente generado por estos juegos provoca muy diferentes reacciones en cuanto al accionar de los participantes en la cancha, al grado que por no fallar con sus seguidores en el partido que más agranda al ganar, y que más duele al perder, se cae la mayoría de las veces en juegos poco espectaculares. 

Incluso provoca formas y frases, por ejemplo: “Los clásicos hay que ganarlos como sea” … “Prohibido perder un clásico”… “Los clásicos cambian técnicos”… Y hasta el aficionado tiene sus frases “Fue el clásico empate”.

Es por ello que son encuentros diferentes, que provocan semanas de trabajo, ambientes y reacciones distintas en público, jugadores, técnicos, directivos y prensa en general, lo que provoca muchas veces grandes decepciones al terminar los juegos.

Creo eso está sucediendo en el Guard1anes 2020 las expectativas han superado la realidad, los tres clásicos no han llegado a lo que se esperaba y muchos se dicen defraudados. 

Pero para un servidor hay un detalle que ha faltado y que es primordial, el público, el sabor y calor en la tribuna, el ambiente en estos juegos es diferente, la motivación del futbolista es muy distinta ante la frialdad de la tribuna, ante el cemento que simplemente no genera ninguna emoción a jugadores, comentaristas y aficionados de televisión. 

Ojalá en los juegos América vs. Pumas y Atlas vs. Guadalajara El espectáculo sea mejor, pero sin público, pueden ser un partido más simplemente, porque los clásicos son de los aficionados.

 

                                                                                                                                            @raulsarmiento