José Ureña

Los cuatro lo saben de sobra:

La única forma de ir en pos de una victoria arrolladora en 2021 es en alianza.

Unidos, como están ahora, a cualquier precio, en el Senado y en la Cámara.

Hay nuevas reglas electorales y no será posible hacerlo para todos los cargos, sobre todo los federales.

Pero las posiciones locales, en especial gubernaturas y alcaldías, son claves para ganar terreno y sumar al ámbito nacional.

Todo está en juego y no hay cartas inútiles.

Hablamos de la alianza en el poder.

Morena no se basta en esta gran crisis.

Además ha carecido de estructura desde su origen, con Martí Batres, Yeidckol Polevnsky o Alfonso Ramírez Cuéllar.

Y quien llegue -el dedo presidencial no ha ratificado a Mario Delgado o a Porfirio Muñoz Ledo- no tendrá tiempo para armarla.

Salvo con el apoyo del Gobierno y los programas político-electorales, claro.

LA IZQUIERDA AL POSTOR

Antes de continuar narremos una historia.

En noviembre de 1988 Carlos Salinas estaba necesitado de apoyo de la izquierda.

Era la única manera de mitigar la imagen internacional por el rechazo de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Así se urdió la invitación a Fidel Castro en lo externo y en lo interno con el inexistente PT.

No hubo problema: Ricardo Canavati puso negociación, aviones y logística y Ricardo Anaya Gutiérrez fue uno de los avales del nuevo régimen.

Después obtuvo registro y apoyos para el PT y 32 años después conserva el partido con todo cuanto significa: dinero, poder, posiciones, negocios…

¿Por qué lo recordamos?

Porque fue el primero de la alianza gubernamental llamado a Palacio Nacional para ratificar su adhesión hoy, mañana y hasta la muerte del régimen.

En lista de espera están otros.

El primero es el PVEM, cuya presidencia ha sido prestada a Carlos Alberto Puente Salas por Emilio González Martínez, otrora El Niño Verde.

Y con Hugo Eric Flores Cervantes no hay problema: sus partidos, el de ayer y el de hoy con registro provisional, están ligados al Presidente actual.

LOS DERECHOS DE LOS EX

1.- Hace una semana le adelantamos aquí:

El proyecto de sentencia del ministro Luis María Aguilar giraría sobre la violación de los derechos humanos de los ex presidentes.

Ese es el tema, aunque a la CNDH de Rosario Piedra Ibarra le valgan un cacahuate las garantías de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.

El jefe manda y el jefe quiere hacer campaña con ese escándalo.

Quedará en eso si los ministros no se dejan intimidar y mantienen su criterio de garantizar dos derechos fundamentales: presunción de inocencia y debido proceso.

El jueves, si no posponen, lo sabremos.

2.- No fue un acompañamiento simple.

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, llevó a San Luis Potosí un espaldarazo presidencial a Juan Manuel Carreras como gobernador y presidente de Conago.

Y 3.- Ningún mandatario estatal puede resistirse.

Hacienda propone combatir los delitos financieros y fiscales y, subraya su titular Arturo Herrera, el beneficio es común.

El fin de semana firmó esa colaboración el quintanarroense Carlos Joaquín y juntos recorrieron tramos del proyecto del Tren Maya.

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