La serie de protestas contra el gobierno de Alexander Lukashenko en Minsk, la capital de Bielorrusia, desde inicios de agosto, ha llamado la atención alrededor del mundo tanto por sus dimensiones como por sus demandas prodemocracia.

Por ejemplo, dos de las movilizaciones, la del 16 y la del 23 de agosto, reunieron entre ambas a más de 100 mil personas; algo sin precedentes bajo el gobierno autoritario de Lukashenko, quien ha sido presidente desde que se creó el cargo, hace 26 años.

A Lukashenko, uno de los últimos remanentes de la Guerra Fría a nivel mundial y un fuerte aliado de Vladímir Putin desde hace décadas, se le conoce como “el último dictador de Europa”. En este sentido, el detonante de las protestas masivas fue el fuertemente cuestionado resultado de la elección presidencial del 9 de agosto.

El excomunista de 66 años se midió contra la activista por los derechos humanos de 38 años, Svetlana Tijanóvskaya. Tras la elección, el primero dijo haber obtenido 80 por ciento de los votos y la segunda, cuando menos 60 por ciento. Pero debido a las irregularidades denunciadas por la oposición, la Unión Europea (UE), los Estados Unidos y el Reino Unido, así como por el historial de inequidades electorales auspiciadas por Lukashenko, es que la base de Tijanóvskaya decidió salir a las calles.

En las últimas semanas, el gobierno ha respondido con la detención de cientos de opositores -tan solo el 20 de septiembre se detuvieron a más de 400 personas- y la cancelación de los permisos de los corresponsales de medios internacionales como la BBC y AFP. Asimismo, Lukashenko ha buscado abiertamente el apoyo de Putin quien, ante la escalada del conflicto, parece ser la única salida del bielorruso.

El 21 de septiembre, Tijanóvskaya, quien cruzó la frontera hacia Lituania el 11 de agosto supuestamente por recibir amenazas, se reunió en Bruselas con los 27 ministros de Relaciones Exteriores de la UE. Allí, pidió al grupo materializar las sanciones que prometieron aplicar hace semanas a por lo menos 40 funcionarios gubernamentales. Las sanciones, que aún requieren de la unanimidad por parte de los 27 estados miembros, “son importantes en nuestra lucha porque es parte de la presión que podría obligar a (Lukashenko) a iniciar un diálogo”, afirmó Tijanóvskaya.

ELECCIONES CUESTIONADAS

9 de agosto se celebraron elecciones en Bielorrusia

80% de los votos dijo haber obtenido Alexander Lukashenko

60% presumió la opositora Svetlana Tijanóvskaya

LEG