Foto: Reuters Las tiendas de Navidad en los mercados de Yiwu están repletos de muestras de juguetes de renos, árboles de Navidad y figuras danzantes. Las vidrieras buscan atraer a clientes de Estados Unidos y Brasil, que usualmente realizan grandes pedidos para la temporada.  

En la fábrica de productos navideños de Yiwu Fuye, al este de China, los trabajadores cosen y prueban los juguetes de Santa Clos para comprobar que suene la melodía correcta.

Los villancicos son la única alegría estacional en la fábrica de la ciudad de Yiwu, que produce 80% de los bienes de consumo navideños exportados globalmente, según la emisora estatal CCTV.

“No hay forma de salvar este año”, admite Luo Jingjing, la copropietaria de la compañía, luego de perder casi la mitad de sus clientes tras la pandemia del coronavirus.

“Veremos si el virus regresa cuando vuelva el frío y, si lo hace, entonces mi negocio del próximo año también estará terminado”, agregó.

Yiwu es una ciudad dedicada a la Navidad todo el año, repleta de fábricas, salas de exposición y tiendas que venden decoraciones y juguetes a destinos de todo el mundo.

El año pasado, la ciudad exportó 278 millones de dólares en productos navideños entre enero y octubre, 24% más que el año anterior.

Los datos de este año aún no fueron publicados, pero la evidencia anecdótica es sombría después de que la pandemia global casi detuvo los viajes de negocios internacionales.

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