Eso de que no “le sigan rascando porque van a despertar al tigre’’, ya ocurrió en Chihuahua.

La frase fue utilizada por López Obrador y sus seguidores la hicieron mantra.

Pero no esperaban que el resultado fuera en contra.

Cientos de agricultores de Chihuahua tomaron el control de la presa “La Boquilla’’, en el municipio de Francisco de Conchos, con la exigencia de que se deje de enviar agua a Estados Unidos.

A pesar de que existe un acuerdo entre México y su vecino del norte para dividir el agua de la frontera, los agricultores chihuahuenses reclaman que el país ya cumplió la cuota y que ya no deben enviar más agua, porque ellos corren el riesgo de quedarse a secas en el ciclo agrícola del próximo año.

La Comisión Nacional del Agua dice que eso no es cierto, pero tampoco ha dado una explicación plena y convincente, con datos duros, de que se está cuidando a los agricultores chihuahuenses.

El pleito ya causó la muerte de una mujer y heridas graves a su esposo, presuntamente (porque sigue en investigación) a manos de elementos de la Guardia Nacional.

La Unidad de Inteligencia Financiera ha congelado las cuentas de tres protagonistas de la toma de la presa, incluido el ex gobernador José Reyes Baeza, acusado de la malversación de 129 millones de pesos en el escándalo de corrupción conocido como la “estafa maestra’’.

Casualidad o no, ayer el conflicto incorporó a un nuevo protagonista, el Congreso del Estado, que realizó una sesión oficial justamente en los márgenes de La Boquilla.
Nunca se había visto que un Congreso apoyara así a los agricultores -ni a cualquier otro grupo- en un franco y abierto reto a la Federación.

El choque es frontal: Chihuahua no fue incluido en la lista de estados que tendrán obras federales el próximo año, se le redujo el presupuesto y hasta se cortó la interlocución con la Federación, según denunció el gobernador Javier Corral.

No se ve en el horizonte un negociador del Gobierno capaz de destrabar el entuerto; los agricultores se han radicalizado y ya dieron muestras de lo que están dispuestos a hacer para defender su derecho al agua.

Desde el ángulo que se vea, no pinta bien el escenario para ningún lado.

El tigre, o mejor dicho el México bronco, comenzó a desentumirse.

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Y para cerrar la pinza, el gobernador de Texas, Greg Abbott, envió una carta al Secretario de Estado de su país, Mike Pompeo, en la que solicita que haga cumplir a México la cuota de agua que le corresponde.

El asunto bien puede servirle al presidente Donald Trump para lucirse en su campaña por la reelección, pero de que se trata de una piedra en el zapato del Gobierno mexicano ni hablar.

Con el paso de los días veremos que tan “amigou’’ es Trump de López Obrador.

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La oferta de la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero a las madres que tienen tomada la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el abandono en el que se encuentran sus casos, fue “destrabar’’ sus expedientes.

¿De verdad? Pensamos que eso ya no ocurría en el Gobierno de la 4T, que criticó por años la forma en la CNDH y la propia Secretaría de Gobernación archivaban los casos de miles de víctimas.

Solo los desempolvaban cuando había una manifestación, la toma de un edificio, el bloque a las vías de un tren, etcétera.

Tal como ocurre hoy.