Un reciente estudio genético revela que los vikingos se mezclaron con gente de otras partes de Europa y Asia durante sus incursiones quien sabe si de forma violenta.

Su rastro aún se encuentra en los genes de los británicos pero sorprende que la genética de estos en los actuales escandinavos es aún mayor y no eran rubios como se muestra en las películas.

Durante seis años, científicos han estado estudiando los restos de decenas de enterramiento vikingos que se encuentran en toda Europa y pudieron secuencias el genoma completo de 442 de ellos.

En una publicación de la Revista Nature se confirman muchas ideas de los historiadores y arqueólogos como que viajaron primero hacia el este surcando el Báltico.

“Uno de los resultados más interesantes es que no había un único pueblo vikingo, sí culturalmente, pero no genéticamente” comentó Fernando Racimo, uno de los autores del estudio.

“Este estudio cambia la percepción de quiénes eran los vikingos. Nadie habría previsto que este relevante flujo de genes hacia Escandinavia desde el sur de Europa y Asia se produjera antes y durante la era vikinga”, señala el estudio.

El flujo genético desde el sur y el este explicaría las variaciones de un mismo gen pues siguiendo esa línea había más vikingos de piel morena y cabellos castaños de lo que podríamos imaginar.

“Tendemos a pensar en los vikingos como un grupo homogéneo y no es así. Recuperar información genética en el norte de Europa tan antigua es ya un trabajo de mucho mérito”, señaló el genetista del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona Carles Lalueza-Fox.

La mezcla de nórdicos y otros pueblos europeos viene de sucesivas emigraciones de vikingos acompañados de sus esclavos celtas de islas británicas.

“La variación genética de las poblaciones viene determinada por el tamaño de esa población y cómo se reproduce. Y este cómo viene muy determinado por la geografía”, indicó Oscar Lao, responsable del Grupo de Genómica de las Poblaciones del Centre de Regulació Genòmica, en Barcelona.

Los vikingos habrían dejado su mayor huella en las islas británicas con una estimación del 6% de ADN de origen vikingo en los ingleses y un 5% en los polacos.

“Sí, los resultados apuntan a que los noruegos actuales tendrían entre un 12 y un 25% de ancestralidad procedente del Atlántico Norte, probablemente de las islas británicas, y Suecia un poco menos, el 10%. Esto sugiere que en algún momento tuvo que haber un fenómeno de asimilación, de mestizaje poblacional entre pueblos vikingos y procedentes de las islas”, comentó Antonio Salas, investigador en genética.

Desgraciadamente los genes no pueden explicar cómo ocurrió el fenómeno de mestizaje; sin embargo es un gran descubrimiento.

 

ica