Karen “N” es una de las mujeres que se encuentran dentro de las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues al igual que diversas de sus compañeras, temen por su vida y han encontrado un refugio en este lugar intervenido por las colectivas feministas.

La situación de violencia que vive Karen ya ha pasado por diversas instituciones y a la fecha no cuenta con una respuesta. Narró a 24 HORAS que tiene 5 carpetas de investigación por violencia familiar, con riesgo feminicida; a pesar de ello el juzgado determinó que el hijo de Karen debe convivir con su padre, aunque se presentaron pruebas de que el bebé también fue violentado por él.

Karen comentó que su agresor fue detenido, pero tiempo después lo pusieron en libertad. Los abogados e incluso el mismo agresor, la continúan persiguiendo hasta la fecha. Intentó defenderse, pero ya no tiene dinero para contratar abogados, pues todos los que contactó abandonaron su caso.

En septiembre de este año, Karen recibió la respuesta negativa a la solicitud de protección por parte de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, donde le aseguraron que el riesgo no estaba justificado “me tuvieron de 9 de la mañana, hasta las 11 de la noche en las instalaciones sólo para que me dijeran que no. Ya no puedo vivir segura, no puedo andar tranquila por la calle”.

Ahora ella, junto con las mujeres dentro de las instalaciones de la CNDH, buscan que este espacio se convierta en un lugar seguro, “queremos dar alojo a las familias que lo necesiten, que deban estar seguras, que se atiendan sus casos, pues es horrible darte cuenta de que a todas les dicen lo mismo”.

Karen no formaba parte de ninguna colectiva o agrupación feminista, se enteró de la toma gracias a los medios y ya lleva nueve días viviendo en lo que ahora se le conoce como la Ocupa Casa de Refugio Ni Una Menos México, junto con un estimado de 40 mujeres y niños, “me recibieron con mucho amor y con un grito fuerte de no estas sola. Es un espacio abierto pues cualquier mujer puede venir, si necesita alimentos se les dan, si necesita refugio se les da y también se piden sus carpetas de investigación para anexarlas”.

“Mi hijo no está aquí, pero yo estoy aquí en pie de lucha por él, por mi familia y por todas, porque ya no puedo vivir segura”.

En la reunión que tuvo el sábado la comitiva del refugio con la Secretaría de Gobernación, encabezada por Erika y Yessenia, se llegaron a diversos acuerdos, entre ellos que cada caso se vería de forma particular. “No hay una líder, todas nosotras nos representamos, pero en esta ocasión, ellas fueron como nuestras abogadas”, aclaró Karen, quien continúa en espera de la siguiente mesa de diálogo para hablar su caso.

Por ahora las colectivas han dicho que la toma es de forma permanente y que buscan que el edificio se mantenga como un refugio. De igual manera realizarán actividades como subastas de cuadros intervenidos, que según la opinión de Karen “cuando pintan, en especial las mamás, lo hacen porque saben que no vale más un objeto, que la vida de una mujer, de una niña o un niño”.

 

PL