Jiutepec, Morelos. Con la acertada decisión de reiniciar los trabajos para arrancar en diciembre próximo el Proyecto Integral Morelos, en el que se incluye una termoeléctrica en Huexca, se pondrá a prueba nuevamente la capacidad del Gobierno federal para hacer frente a una previsible ola de protestas de grupos de agricultores de esta entidad, quienes se han opuesto a este plan.

Desde sus inicios, hace una década, este importante proyecto se ha topado con el rechazo de activistas que, por diferentes vías, se han manifestado en contra de la modernización de este sector bajo la excusa de que la planta termoeléctrica afectará el acceso al agua para riego y representará un alto riesgo ambiental.

El plan presentado en 2010 no es menor. Incluye la instalación de una central de ciclo combinado, en la que destacan dos plantas para la generación de energía eléctrica, un ducto para transportar gas desde Puebla y Tlaxcala, un acueducto de 10 kilómetros y una línea eléctrica de 20 kilómetros de longitud.

Entre los beneficios que traerá, según ha comentado el propio Gobierno del presidente López Obrador, se encuentran el desarrollo de corredores industriales, el mejoramiento de la calidad del aire, la creación de empleos y la modernización de los servicios de distribución eléctrica.

Poco tiempo pasó para que surgieran las agrupaciones antagónicas al proyecto. El principal, el Frente de Pueblos en defensa de la tierra y agua Morelos, Puebla y Tlaxcala, resultó ser un movimiento altamente beligerante, poco propenso a la búsqueda de soluciones.

Tras varios años de disputas, la nueva administración determinó someter a consulta popular la viabilidad del proyecto. En febrero del año pasado, 55 mil ciudadanos acudieron a las urnas para respaldar la construcción de la termoeléctrica. Ese mismo mes, Samir Flores, activista y opositor al plan, fue asesinado al salir de su domicilio en Temoac, sin que hasta la fecha se haya esclarecido este crimen.

Ayer, el presidente López Obrador dio a conocer su decisión de reiniciar las obras de este complejo. De acuerdo con el propio mandatario, los problemas legales han sido resueltos y no existe ninguna razón técnica para señalar que la termoeléctrica afectará la distribución de agua, ya que ésta provendrá de una planta de tratamiento, creada expresamente para el uso de la generadora de electricidad.

Ayer mismo por la mañana, Jorge Zapata González, nieto de Emiliano Zapata, expresó su rechazo a la iniciativa y anunció la organización de movilizaciones para evitar la continuación de las obras.

Dado el contexto de tensión en Morelos, la escasa presencia de la autoridad estatal, la proliferación del crimen organizado, el recrudecimiento de la violencia y el carácter radical de los grupos opositores, se prevén tiempos complejos en la entidad. Sin duda, una prueba más para el Gobierno del presidente López Obrador.

Segundo tercio. Mal hizo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, en desestimar el estudio elaborado por seis ex titulares del ramo, en el que se propone una corrección en la estrategia para combatir el virus del SARS-CoV-2.

Tercer tercio. Salomón Chertorivski, abajo firmante del citado documento, estima que son 200 mil los muertos por Covid-19.

                                                                                                                                                       @EdelRio70