Lluvias torrenciales acaecidas este jueves, en las montañas de la sierra michoacana en los límites con Colima, hicieron crecer al tope los ríos y arroyos que desembocan en la Costa Sierra Nahua.

Se registraron, por tanto, inundaciones leves y encharcamientos, así como situaciones de riesgo que fueron atendidas por operativos coordinados por el Plan Marina, en el que participaron la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina Armada de México y las corporaciones de Protección Civil aquilense y coahuayanense, en apoyo a la población civil.

En el pueblo de Aquila, tras un día lluvioso en las inmediaciones de la cabecera municipal, especialmente en el área de la mina de Ternium, el río creció desmesuradamente y puso a prueba el hace poco reforzado muro de contención que protege a la comunidad, el cual estuvo a punto de ser rebasado en el pico de la corrientada, sin que se reporten daños materiales ni víctimas mortales que lamentar, solo las naturales molestias de la interrupción del tráfico vehicular en los vados existentes en los caminos de la zona, y del ensanchamiento de la desembocadura al mar, en la localidad de La Placita.

En la costa indígena del municipio de Aquila, también se reportó el crecimiento de los ríos de Ostula, que desemboca al mar en La Ticla, Ixtapilla, El Faro de Bucerías, Maruata y Cachán, pero en menor dimensión y sin crear problemas.

En el municipio de Coahuayana, el río de Zapotán creció y dio vida al llamado arroyo seco, que más adelante cambia de nombre a río El Ranchito y más abajo a río El Ticuiz, los que transportaron una gran cantidad de agua a la laguna de Mezcala, sin que existan reportes de daños.

En el pueblo de Coahuayana ejido o viejo, del arroyo Achotán que normalmente está seco, bajó una gran corriente de agua captada en las barrancas del cerro de La Aguja, se desbordó en el poblado, causó encharcamientos y el que varias calles parecieran ríos, sin que se registraran daños a viviendas, por lo que se desplegó un operativo de apoyo a la población por parte de la Guardia Nacional, Semar, Protección Civil municipal y la Policía municipal coahuayanense.

Por su parte, el Río Coahuayana, que divide a los estados de Michoacán y Colima, creció sin salirse de su cauce, y se reportó que la corriente se recargó del lado del litoral michoacano, donde algunas huertas sufrieron daños sin cuantificar aún.

También en Coahuayana, por instrucciones del alcalde Roberto Nevárez, se abrieron dos albergues ubicados en la cabecera municipal en el Albergue Escolar Miguel Hidalgo y en la Secundaria Técnica 8 para, en caso necesario, recibir a damnificados, sin que se hayan utilizado estos refugios.

 

Con información de Quadratin