El sainete protagonizado por el PT y Gerardo Fernández Noroña esta semana ha dejado claro que ese partido carece de los atributos para ser un aliado de la cuarta transformación que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No es nuevo que el partido salinista intente chantajear a López Obrador para obtener dividendos. En 2017, en la elección para gobernador del Estado de México, los petistas impulsaron la candidatura de Óscar González Yáñez para contender en contra de Delfina Gómez, la candidata de Morena.

Cuando López Obrador advirtió que, si el PT no apoyaba a la maestra Gómez, el PT no sería llamado a una alianza para el 2018, fue que Alberto Anaya, dueño de la franquicia, retiró a González de la contienda.

Recordemos que el PT había perdido el registro tres años antes cuando no alcanzó la votación suficiente y fue Miguel Ángel Osorio Chong, que era secretario de Gobernación, quien logró tirar la elección en el distrito 1 de Aguascalientes, que ganó el PT, y con eso alcanzó el porcentaje para mantenerse como partido político nacional.

Las ambiciones vulgares del PT y de Fernández Noroña para llevar a este último a la presidencia de la Mesa Directiva en diputados los hicieron pactar con dos personajes con una trayectoria indecorosa en la vida pública, los experredistas Mauricio Toledo, exdelegado en Coyoacán, acusado de extorsionar empresarios de la demarcación y, además, golpeador político que cuenta entre sus víctimas a Claudia Sheinbaum y Héctor Serrano, secretario de Gobierno y operador político de Miguel Ángel Mancera. Serrano es el autor de la estrategia electoral que hundió al PRD en la Ciudad de México.

La ambición frustrada de Fernández Noroña lo llevó a cometer exabruptos inimaginables. Puso en la mesa la posibilidad de un atentado contra la vida de López Obrador. Y serían los priistas los autores del magnicidio.

Aun más, quiso manejar su derrota como una maquinación de Estado, orquestada por Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación y calificó al Presidente de México como obnubilado por la soberbia.

Con estos antecedentes, ¿el PT es buen aliado del presidente López Obrador para transformar a México?

La Letrina. Van más de 65 mil muertos en México por Covid-19. Dice el director de la clínica de diabetes José María Morelos, Enrique González, que en la CDMX siete de cada 10 muertes por el virus están relacionadas con el padecimiento. Lo que yo no veo es ya no una estrategia, sino un programita para evitar que los diabéticos y/o prediabéticos (el 19% de la población de la CDMX) sean atendidos y no se sumen a las estadísticas mortales. Pero el encargado de la prevención de la salud y mandamás de la pandemia, Hugo López-Gatell, ya dio su sentencia y es la muerte de los gordos, los diabéticos y los hipertensos.

 

                                                                                                                                                                          @Fercoca