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Víctor Manuel Toledo, hasta ayer secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sale en medio de una fuerte polémica por varios asuntos que se fueron gestando al interior de dicha dependencia.

Ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que su renuncia como Secretario de Medio Ambiente era estrictamente por motivos de salud, principalmente por estrés.

“Además, la actividad dentro del servicio público produce estrés, antes yo pensaba que el estrés era pues una exquisitez de la pequeña burguesía, pero no, sí existe y no todos estamos hechos para resistir presiones, él es una gente, repito, de primer orden, yo diría que el ecologista, ambientalista, más culto del País y consecuente del País”, dijo el Presidente.

Pero lo cierto es que desde principios de agosto al Gobierno de la 4T molestó mucho, un audio en el que Víctor Toledo sostuvo una reunión con otros colaboradores del Gabinete federal, el entonces funcionario fue directo y expresó sus diferencias.

“Yo quisiera compartir con ustedes lo que yo he vivido y he observado en estos 10 meses, porque efectivamente la 4T, como tal, como un conjunto claro y acabado de objetivos, no existe. “Por el contrario, este Gobierno de la 4T está lleno de contradicciones y esto se expresa concretamente en luchas de poder al interior del Gabinete, que yo lo he notado en varias líneas”, expresó en dicha reunión.

Es verdad que esto enojó al gabinete y al Presidente, pero la verdadera molestia era otra. En diciembre pasado el Gobierno federal ya había librado la consulta hecha a los pueblos indígenas y a la población en general de los estados por donde pasará el Tren Maya. En ese entonces el resultado de la consulta fue un contundente sí por el proyecto.

Sin embargo, meses después la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que realizaría una nueva consulta indígena y que esta sería entre las 167 comunidades que habitan en el tramo que comprende la fase uno del Tren Maya. Lo cual provocó retrasos en el proyecto.

En un par de ocasiones Toledo señaló que no era posible hacer un proyecto de esa envergadura si no se tomaba en cuenta la presencia de las culturas mayas, “no es posible que la sociedad mexicana realice proyectos que afecten las culturas originarias, mesoamericanas, tenemos que ser muy respetuosos y consultarlos para cualquier proyecto”.

Este punto fue el verdadero quiebre entre Toledo y el Gobierno federal. Sin embargo y para que fuese una salida tersa se le concedió un proyecto en el que venía trabajando. Prohibir el uso de los herbicidas elaborados a base de glifosato, ya que argumentó que son perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

Ayer en un video, el presidente López Obrador señaló que en breve se dará a conocer un proyecto de ley en el que se prohibirá el glifosato y además el maíz transgénico.

Hace unas semanas, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología puso a disposición del público en general el expediente científico sobre el glifosato. La publicación del “Expediente Científico sobre el Glifosato y los Cultivos Genéticamente Modificados”, de 31 cuartillas, se da en medio de las posiciones encontradas de quienes afirman que quitarlo será un fuerte golpe al agro mexicano.