Irán dijo este miércoles que estaba poniendo fin a un enfrentamiento de meses con el organismo de control nuclear de la ONU al concederle acceso a dos sitios que se sospecha que han albergado actividades secretas, reduciendo así la presión diplomática sobre Teherán cuando Washington intenta reimponer sanciones.

El avance del miércoles en la disputa sobre los sitios fue anunciado en una declaración conjunta de Teherán y el Organismo Internacional de Energía Atómica durante la primera visita del director general del OIEA, Rafael Grossi, a la República Islámica desde que asumió el cargo en diciembre.

“Irán está proporcionando voluntariamente a la OIEA acceso a los dos lugares especificados por la OIEA”, dijo Grossi y el jefe de la agencia nuclear de Irán, Ali Akbar Salehi, en una declaración conjunta, que confirmó un reporte anterior de Reuters.

El comunicado dijo que se habían acordado las fechas para que los inspectores de la OIEA visiten los sitios -uno cerca de Karaj al oeste de Teherán y otro cerca de Isfahan en el centro de Irán- sin nombrarlos, así como los parámetros de las “actividades de verificación”.

Cuando se le preguntó a su regreso a Viena cuándo eran esas fechas, Grossi se negó a decirlo exactamente porque esos detalles son confidenciales, pero sostuvo que sería “muy pronto”.

En marzo, Grossi informó a su agencia que Irán había negado a los inspectores de la OIEA el acceso a los dos sitios, donde se sospecha que se realizaron la conversión de uranio y pruebas de explosivos a principios de la década de 2000.

La demolición y otros trabajos que podrían haber eliminado los rastros del pasado -“saneamiento” en el lenguaje de los inspectores- parecen haberse realizado desde entonces.

La OIEA había exigido el acceso a los emplazamientos desde enero porque se sospecha que han albergado material nuclear, del que el organismo debe rendir cuentas plenamente para verificar que las actividades nucleares de un país son totalmente pacíficas.

En virtud de un acuerdo de 2015 con las principales potencias, Irán está aplicando el llamado Protocolo Adicional, un acuerdo con los Estados miembros individuales que otorga a la OIEA la facultad de llevar a cabo inspecciones rápidas, incluso de lugares no declarados como sitios nucleares.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y la OIEA creen que Irán tenía un programa clandestino de armas nucleares que detuvo en 2003. La República Islámica ha negado durante mucho tiempo que pretenda desarrollar bombas atómicas.

 

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