El juez de control difirió la audiencia contra Emilio Lozoya por el caso Agronitrogenados.
Foto: Cuartoscuro / archivo López Obrador, quien en agosto de 2018 se reunión con el entonces presidente Peña Nieto, ha criticado a sus antecesores.  

El Gobierno de México ha dado un uso político a los casos de Emilio L y Genaro García Luna para mover la opinión pública y no centrarse en problemas como la pandemia de Covid-19, pero pone en riesgo el debido proceso para ambos casos, coincidieron especialistas entrevistados por 24 HORAS.

Luego de que la Fiscalía General de la República diera a conocer que Lozoya presentó una denuncia en la que implicó a las administraciones de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón en el caso Odebrecht, .

“En repetidas ocasiones López Obrador ha dicho que no va a perseguir expresidentes, y hasta el momento lo ha cumplido. Sí, la Fiscalía es independiente y entendemos que no sigue instrucciones del Presidente, pero evidentemente son eventos políticos que el Presidente no puede dejar pasar”, expresó Ivonne Acuña Murillo, académica del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.

“Es un mago de los medios de comunicación y tiene timing perfecto para declaraciones ad hoc que desvíen la atención de las presiones de medios de comunicación como de la sociedad en cuanto al manejo que ha tenido el gobierno del coronavirus”, agregó Omar Ruiz Charre, académico de la Facultad de Estudios Superiores de Aragón.

Ambos resaltaron que esto atiende a que encaja con la bandera del actual Presidente del combate a la corrupción, así como que las expresiones que hace pueden poner en riesgo el proceso del ex director de Pemex, acusado de una compra a sobreprecio de una planta y recibir sobornos de Odebrecht.

“Tenemos larga experiencia en México de que esas cosas ocurren, si se filtra información se viola el proceso y echa abajo una investigación, entonces el Presidente sí debería ser prudente para que no pase, porque en términos de imagen va a golpear al Presidente, si algo así llega a pasar”, consideró Acuña Murillo.

“Hacer evidentemente que existía una corrupción desbordada, puede ser o no cierto, pero sencillamente (La Mañanera) no es la tribuna ni el espacio para hacer ese tipo de discusiones desde un punto de vista jurídico, podrías decirlo en términos generales pero no hacer una distorsión”, añadió.

 

LEG