Tres han sido los componentes para una fórmula exitosa. El acuerdo al que han llegado dos gobiernos -México y Argentina-, la participación de un laboratorio privado -AstraZeneca- y el capital de una gran empresa -Carlos Slim a través de su fundación- permiten vislumbrar la producción en nuestro país de la tan esperada vacuna en contra del Sars-Cov-2.

México mediante el Canciller Marcelo Ebrard y Argentina en voz de su presidente, Alberto Fernández, dieron a conocer este proyecto con el que AstraZeneca, laboratorio de origen británico con presencia en más de cien países y quinto a nivel mundial, podrá entregar la solución en el primer semestre de 2021.

Son muchas las dudas que se despejan tras este anuncio. El más importante es la existencia de un primer remedio ante el coronavirus que ha puesto en jaque al mundo entero y generado una de las mayores afectaciones a la economía global en la era moderna de la humanidad.

Si se cumplen los plazos advertidos para la llegada de la vacuna, además, se podrá enmarcar en el tiempo el impacto económico de la pandemia. La reducción de la actividad productiva de nuestro país se extendería hasta al menos los primeros seis meses del próximo año, ya que de ninguna manera se puede vislumbrar un regreso a la plena normalidad si no existe un remedio radical para frenar los contagios.

Esto permitirá contar con cálculos más certeros sobre el número de muertes, infectados y afectación económica que tendrá la Covid-19 en México. Y con ello, poder diseñar las estrategias sanitarias y de relanzamiento de la actividad productiva sobre bases mucho más sólidas que las que se disponen actualmente.

México cuenta con una amplia capacidad productiva que, sin duda, ha sido factor determinante para establecer el camino para la elaboración de esta vacuna. Nuestro país tendrá la responsabilidad de culminar el proceso de fabricación y envasado de esta sustancia, que tendrá un mínimo de 150 millones de dosis.

Con ello habrá una cierta garantía de que el remedio podrá distribuirse en nuestro país de acuerdo con los criterios que se establezcan. No será una aplicación universal en un inicio y habrá que, como ciudadanos, esperar a que se diseñe un programa para su uso masivo.

Mientras ello ocurre, México ha dado un paso importante en el combate al Covid-19. Mucho se podrá criticar la estrategia de comunicación en torno a la pandemia, así como varias decisiones erráticas adoptadas por los responsables de combatir este mal. Pero, en medio de los señalamientos que se han multiplicado en los últimos meses, existen buenas noticias. Y es de justos destacarlas.

Segundo tercio. Habrá que aprendernos esta denominación: AZD1222. Es el nombre con el que ha sido bautizada la vacuna que México producirá para combatir al Sars-Cov-2. Llega un año antes de lo previsto y se tiene la intención de que sea universal y gratuita.

Tercer tercio. Hay un repunte de casos de Covid-19 en España. Se trata de una prueba de los altos riesgos que representa un regreso sin control de la actividad económica. No hay cómo detener la pandemia sin la existencia de una vacuna, única vía para frenar los contagios.

 

                                                                                                                   @EdelRio70

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