Juan Manuel Torres Esquivel

México vive momentos muy complicados, la polarización ya está presente en todos los rincones de las benditas redes sociales. Por si no tuviéramos suficiente con las mañaneras que todos los días el Presidente nos receta, estas semanas varios temas encendieron las redes y para variar nos pusieron a debatir fuerte en digital.

En primer lugar, las crecientes muertes de mexicanos por el manejo del COVID, acumulan críticas hacia el Presidente. Hace unos días, los críticos de la 4T levantaron la tendencia #NosFaltan43Mil en un claro símil a la campaña que uno de los más cercanos al gobierno, Epigmenio Ibarra, utilizó para aglutinar la molestia por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Hoy los muertos ya suman más de 50 mil mexicanos y parece que el Gobierno y sus simpatizantes no piensan ceder en su postura de que la estrategia está funcionando y los mexicanos estamos “venciendo” la pandemia. ¿Cuál será el costo de esta necedad? Parece que las consecuencias no las veremos en el corto plazo pero seguramente el costo se le elevará al Presidente.

Otro de los temas que polarizó a la sociedad en los últimos días fue la posible discusión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la despenalización del aborto. Aquí grupos pro-vida y de feministas se dieron cita en una batalla digital por la posible resolución de la SCJN. El 29 de julio, en redes presenciamos 9 TTs pro-vida y 9 TTs a favor del aborto sobre la resolución. Las descalificaciones a su manera de pensar eran los principales señalamientos entre ambos y en realidad, todos nos quedamos sorprendidos cuando en realidad la Corte ni siquiera entró al debate del aborto sino en las formalidades jurídicas del amparo. Las feministas salieron a marchar este fin de semana, en protesta a la decisión de la Corte. Si bien no fue una congregación tan numerosa como las que vimos el pasado 9M, el enojo social se dejó sentir con las exigencias de estos grupos en el centro histórico de la CDMX.

El caso más reciente de esta polarización es el vídeo viral que se dio a conocer hace unos pocos días en donde unos ciudadanos que viajaba en la carretera México-Texcoco propinaron una golpiza hacia uno de los asaltantes que los había robado. Este caso de justicia por su propia mano no es nuevo. Hay miles de videos en Youtube sobre linchamientos a delincuentes y secuestradores en México. No obstante, las descalificaciones entre ambos bandos no se dejaron sentir. Por un lado, quienes apoyaron el linchamiento asegurando que ese es el destino que todos los delincuentes deberían de recibir. Por el otro, quienes aseguran que la justicia a propia mano es un riesgo y que ante todo, el delincuente es un ser humano y no debería de darnos gusto este linchamiento.

Parece que la polarización está al tope, cada bando está remando hacia su propio lado sin importarle si están llevándose al país entre las patas. Aquí el discurso no es tan simple como si estuvo bien o mal la golpiza que recibió un ladrón. Sino entre aquellos que están hartos de la inseguridad y la ineptitud del Estado Mexicano de brindarnos paz y tranquilidad a los mexicanos y quienes durante años fueron críticos a la estrategia de seguridad llevada por las administraciones del PAN y del PRI. Parece somos incapaces de ponernos de acuerdo en el rumbo que queremos para este país. El problema es que nadie está dispuesto a poner su brazo a torcer.

La peor noticia para todos es que viene algo peor… las elecciones 2021, nos van a dividir más pues eso es normalmente lo que termina pasando en redes sociales y hasta en algunas sobremesas de nuestro país. Con la llegada del proceso electoral el discurso de los políticos se va a exacerbar y van a intentar tocar las fibras más sensibles de la sociedad, entre ellas esta polarización que parece ser una pila de pólvora en la que estamos sentados todos y sólo falta una leve chispa para estallar. Los males que aquejan al país en estas circunstancias son muchos y nosotros como sociedad no nos estamos preparando para un golpe que perfila darnos una fuerte sacudida. Estamos a tiempo de bajarle un poco al switch a las benditas redes sociales y de recordar que los sexenios van y vienen pero que la ciudadanía ha sido lo único que nos ha permitido sortear las peores crisis del México contemporáneo.

ica