En un entorno en donde la actividad productiva en nuestro país transita en una gran recesión económica, las empresas están buscando alternativas de “atraer” a los clientes y poder palear la fuerte caída en ingresos.

La condición de la economía mundial está acelerando cambios en el comportamiento de la sociedad. Consideramos que el e-commerce llegó ya para quedarse y se está volviendo como una alternativa necesaria, inclusive, para considerarlo dentro de los futuros presupuestos de ventas en las empresas de todos tamaños.

Solamente hay que ver el comportamiento de los mercados accionarios en Estados Unidos como el principal a nivel mundial. Después de una caída de las bolsas por el tema Covid-19 a finales de febrero y gran parte de marzo pasado entre 35 y 40%, empezamos a ver una recuperación con mucha velocidad, destacando algunos sectores como salud (por la naturaleza de encontrar la vacuna y medicamentos preventivos), el consumo básico y en especial, el sector de tecnología, ante un mayor nivel de uso y demanda en todo su ámbito.

El e-commerce incluye la distribución, marketing y los suministros de información de productos o servicios, compras y ventas, y ahora, productos financieros para pagos, transferencias e inversiones financieras, a través de la banca móvil y las fintech que irán avanzando a marchas aceleradas. Las redes sociales están tomando una importancia fuerte por su contenido, lo que refleja también una buena alternativa de apoyo publicitario.

La búsqueda en Internet de páginas, empresas, servicios, personas, entre otros, están marcando el cambio en el comportamiento de la sociedad, especialmente en los jóvenes que irán tomando mayor posicionamiento de la actividad económica.

La tecnología facilita las comunicaciones, mejora la productividad (al automatizar procesos), agilizan servicios financieros, el internet está en cualquier lugar y en cualquier momento, día a día hay crecimiento en dispositivos móviles y hay una digitalización de la logística, lo que lleva a las empresas grandes, medianas y pequeñas a un gran acercamiento con los clientes.

Las característica de un comprador en línea a nivel mundial, comprende que del total de usuarios, el 42% tiene una edad promedio de 38 años, el 98% utiliza alguna red social, el 77% utiliza alguna APP de mensajería, el 65% tiene estudios universitarios y el 73% se encuentran trabajando. Hay un equilibrio de un 50% de hombres y 50% de mujeres.

En Estados Unidos, las ventas online, ya representan cerca de 20% de PIB, es decir, 4.8 billones de dólares (supera el PIB de México), mientras que en nuestro país representa menos de 5% del PIB.

La comida a domicilio, electrodomésticos y la moda, son las categorías que más se venden y ahora, con la pandemia se han intensificado. Los e-commerce más importantes en nuestro país, son  Mercado Libre, Amazon, Walmart, Coppel y Liverpool, entre los principales, sin dejar a un lado, hasta antes del Covid-19 a Ticket Master.

Por ejemplo, en el caso de Walmart, una empresa que cotiza en el mercado accionario  en nuestro país, la contribución de su canal ecommerce al cierre del primer trimestre del 2020 fue de 0.7% y al cierre del segundo trimestre (abril, mayo y junio ya con Covid) ascendió a 3.3%, afectado por el confinamiento que se tuvo, pero que generó una mayor confianza y un mayor reto para las personas, por adquirir productos en este formato.

Estamos seguros, que el e-commerce llegó para quedarse y poco a poco tendrá un mayor peso como un canal más representativo de la venta de las empresas. ES más barata y beneficiará el desarrollo futuros en las micro, pequeña, mediana y grandes empresas.

 

                                                                                                                                                        @1ahuerta