Foto: Reuters La planta termoeléctrica de Tula, ubicada al norte de Ciudad de México, violó el límite legal de azufre en el combustóleo que quemó entre 2016 y 2019  

La planta termoeléctrica de Tula, ubicada al norte de Ciudad de México, violó el límite legal de azufre en el combustóleo que quemó entre 2016 y 2019, de acuerdo a documentos internos de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), propietaria y operadora de la planta.

El contenido de azufre durante cada uno de esos cuatro años –detallado en informes anuales de operaciones– fue de al menos 3.9%, casi el doble del límite, fijado en 2% por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para seis corredores industriales.

Reuters no pudo determinar si la planta ha continuado usando combustóleo con exceso de azufre este año.

Además de los altos niveles de azufre, los documentos muestran otra violación: las emisiones de dióxido de azufre, un contaminante atmosférico nocivo, no están siendo registradas por la planta a pesar de que así lo exige la ley.

“La CFE no debería de quemar ese combustible al 4% de azufre. La norma establece que debe ser al 2%”, dijo Xóchitl Gálvez, quien creció cerca de la planta de Tula y es senadora del Partido Acción Nacional (PAN).

Los efectos

Cuando se quema combustóleo con alto contenido de azufre sin filtros que capturen los contaminantes, se liberan en el aire cantidades masivas de partículas y gases que, según algunos estudios científicos, pueden provocar una muerte prematura y que más personas desarrollen enfermedades respiratorias como bronquitis crónica, así como algunos tipos de cáncer.

“Deben tener apenas controles en sus chimeneas”, dijo Jonathan Dorn, experto en emisiones de la consultora estadounidense Abt Associates, que trabaja con la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos en la supervisión de las centrales eléctricas estadounidenses.
Dorn describió los niveles de emisiones de la planta de Tula de 2019 como “una locura”.

Las cinco chimeneas arrojan un flujo constante de humo gris púrpura a todas horas. Un olor acre llena el aire, causando una leve irritación de la garganta. Al lado está la segunda refinería más grande de la estatal Pemex, donde se produce combustóleo.

Humo en la capital

Algunos ecologistas y académicos han vinculado las emisiones de la planta de Tula con la mala calidad crónica del aire en Ciudad de México, situada a 94 kilómetros de distancia, donde la nube de humo no ha disminuido pese al confinamiento por la epidemia de coronavirus y la fuerte reducción del tráfico.

Las violaciones en la planta, en su mayoría son anteriores a la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Gálvez, quien junto con científicos ambientales que han estudiado la planta de Tula, asegura que las violaciones durante 2019 reflejaban una continua dependencia de los combustibles fósiles.

Alrededor del 13% de la energía de México proviene de fuentes renovables, principalmente eólica y solar, según datos de la Secretaría de Energía.

El Presidente ha dicho que se preocupa por un medio ambiente limpio, aunque no se disculpa por dar prioridad a los combustibles fósiles para abastecer la demanda nacional y busca eliminar las importaciones de estos energéticos para sustituirla con producción local.

Su plan nacional de energía, presentado en junio, pedía “aprovechar el combustóleo para la generación eléctrica”, al tiempo que anunciaba medidas no especificadas para reducir los niveles de azufre.

El director de la CFE, Manuel Bartlett, dijo a Reuters en una entrevista en mayo, que la empresa está comprometida a utilizar energía más limpia, especialmente gas natural, pero que dicha transición llevará tiempo. La empresa también está buscando expandir su generación a través de hidroeléctricas.

“Queremos eliminar el combustóleo, pero no se puede hacer eso de un día para otro”, expresó.

Con la mayor emisión

Los documentos de la CFE muestran que la planta de Tula emitió 9 mil 487 toneladas de PM2.5 en 2019. Eso la convirtió en la mayor emisora de América del Norte, según una comparación de Reuters con datos públicos de los Gobiernos de EU y Canadá.

Se trata de casi 30% más emisiones de PM2.5 que en la central eléctrica de carbón Shawnee, en Kentucky.

Tras años de presión pública en México, la planta de Tula fue modernizada entre 2009 y 2016 para utilizar también gas natural, de combustión menos contaminante.

Sin embargo, la operación de un gasoducto que abastecería a Tula está paralizado desde 2015. Casi toda la energía de la planta en 2019 provino de la quema de 8.6 millones de barriles de combustóleo, según los documentos de la CFE.

La CFE, la CRE y la oficina de la presidencia no respondieron preguntas.

Alerta

Entre 82 mil y 820 mil dólares es el monto de las multas que la ley establece por el incumplimiento de los límites de contaminantes en los combustibles

3 contaminantes atmosféricos se crean debido a los altos índices de azufre en el petróleo quemado para la generación de electricidad: dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y PM2.5

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