El médico Gerardo Vicente Grajales dejó ayer el Sanatorio Muñoa, donde estaba internado desde el viernes, y regresó a su casa en Tuxtla Gutiérrez, donde continuará sujeto a proceso penal, en prisión domiciliaria por presunto abuso de autoridad.

Grajales Yuca fue recibido por sus familiares y compañeros de trabajo, quienes aseguraban que es inocente de los delitos que se le achacan y que habría cometido en su desempeño como urgenciólogo del Hospital Vida Mejor del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (ISSTECH).

Su esposa Fernanda Ochoa agradeció la solidaridad de quienes lo apoyan y explicó que el médico seguiría conectado a un aparato para monitorear su estado de salud.

En esta etapa, la Fiscalía General de Justicia del estado sigue el proceso por el presunto abuso de autoridad.

El médico fue detenido tras la muerte por Covid-19 del presidente del partido estatal Mover a Chiapas, ex diputado local y ex presidente municipal Miguel Arturo Ramírez López, ocurrida el 7 de julio.

Como servidor público, Grajales Yuca estuvo en el bunker de Covid 19 del Hospital de Especialidades Vida Mejor del ISSTECH, y fue detenido y trasladado a la penitenciaría “El Canelo” en Chiapa de Corzo, tras la denuncia que presentó Karen Alejandra Ramírez Molina, hija del fallecido, el 18 de julio.

La Fiscalía General de Justicia del Estado dio a conocer que, por los padecimientos de salud del doctor, seguirá vinculado a proceso por el delito de abuso de autoridad en prisión domiciliaria.

 

 

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